Reinaldo Carlos Merlo dejó de ser el técnico de Central y esta tarde a las 15 se despedirá del
plantel en el predio de Arroyo Seco. Una historia que tuvo su prólogo el sábado con la imagen que
devolvió la televisión en el preciso momento en el que Cristian Núñez marcó el segundo gol de Boca
Unidos, cuando mostró el lacónico diálogo que mantuvo el entrenador y su ayudante de campo, una
charla teñida de impotencia y resignación. Después, en el aeropuerto, antes de emprender el
retorno, un cordial cónclave entre Mostaza, el presidente canalla Norberto Speciale y el manager
Gonzalo Belloso fue la rúbrica a un ciclo que arrancó con mucha expectativa, pero los resultados
adversos terminaron por diluir el optimismo del centralista más creyente.
“Con Merlo coincidimos en que no había margen para más y quiero
destacar sus valores como persona, porque en todo momento demostró una integridad digna de
resaltar, y la verdad que lamento mucho que las cosas no le hayan salido como pretendíamos”,
reflexionó el presidente de Central ayer por la mañana en diálogo con Ovación, en el momento que
informaba la finalización del segundo ciclo de Mostaza al frente del plantel canalla.
Merlo dirigió los primeros 12 partidos de Central en la B Nacional y el
balance trazó una medianía de 4 partidos ganados, 4 empatados y 4 perdidos, con 12 goles a favor e
idéntica cantidad de conquistas en contra.
Speciale reafirmó que “luego de hablar en muy buenos términos con
Merlo en el aeropuerto, con él y Gonzalo (Belloso) coincidimos que lo mejor era buscar una
alternativa para intentar resolver el problema futbolístico que tenemos, y una vez que formalmente
culminemos esta relación laboral comenzaremos a trabajar en la búsqueda de un reemplazante (ver
aparte), al que esperemos poder estar presentando el miércoles próximo”.
En coincidencia con Speciale se refirió Gonzalo Belloso: “Es una
lástima que los resultados no hayan avalado la continuidad de Mostaza, por todo lo que es él como
tipo, porque en todo momento actuó, y me consta, con la firme convicción de tratar de sacar
adelante a Central, pero bueno, ahora hay que despedirlo con el respeto que se merece y comenzar a
buscar a un técnico que se ajuste a las actuales circunstancias”.
“Cuando optamos por Mostaza teníamos el consenso de muchos. Y vale
recordar que Merlo vino a asumir el desafío cuando varios no quisieron o antepusieron sus
pretensiones económicas por sobre el interés de Central. Algo muy diferente al comportamiento de
Mostaza, quien no puso reparos para venir, como tampoco los pone ahora tras decidir entre todos
interrumpir el ciclo”, explicó Belloso.
No obstante el ejemplar comportamiento de Merlo como profesional, las
conclusiones futbolísticas son suficientes para fundamentar la decisión que se adoptó en la
madrugada de ayer. Mostaza nunca pudo a lo largo de estos 12 partidos estabilizar el equipo en una
plataforma futbolística que le pemita proyectarse con firmeza en el torneo. En este sentido Central
no tuvo identidad, y los esquemas tácticos fueron fluctuando, es cierto que porque se sucedieron
varios contratiempos, pero también porque el funcionamiento necesario nunca se plasmó en
plenitud.
El disgusto de las mayorías comenzó a invadir los espacios auriazules tras
la derrota que padeció Central con Ferro en la octava fecha, en Caballito. Ese fastidio no mermó a
pesar de la victoria que logró después ante Deportivo Merlo en el Gigante, donde muchos hinchas
demostraron su contrariedad por el rendimiento del equipo. Pero el triunfo posterior contra
Chacarita aplacó los ánimos en parte y apareció un atisbo de fe. Que se disipó rápidamente con el
empate en Arroyito frente a Independiente Rivadavia. Y tras la derrota en Corrientes, hubiera sido
un despropósito exponer al cuerpo técnico de Merlo al escarnio público, y por añadidura a un
plantel que también tiene mucho que ver con este presente, como así con la solución que debe
aparecer a la brevedad para mantener vigente la ilusión de los hinchas de recuperar su lugar en la
primera división.
Merlo se fue de Central. Esta vez su salida fue consensuada. Hoy se despide
del plantel como corresponde. Está claro que la obligada salida de Mostaza no es una solución en sí
misma. La solución aparecerá si el nuevo técnico logra armar un equipo que juegue y gane, y eso
mucho dependerá también de los jugadores.