Diego Mateo es uno de los jugadores más experimentados del plantel rojinegro y a la vez uno de los que tiene mayor lucidez a la hora de entender la compleja realidad que atraviesa el club del Parque. Cuando responde no tira la pelota afuera y tampoco exagera ni dramatiza la situación. “No sé si estamos en una situación tan preocupante con el hecho del descenso. Porque con una rachita de partidos ganados ya estaríamos tranquilos. No hay que volverse locos y seguir dando todo en cada partido”, remarcó Pomelo.
Claro que el rubio volante central, que volverá al equipo el viernes frente a Tigre tras purgar una fecha de suspensión, reconoció que “lamentablemente en el fútbol argentino sabemos que un mal resultado puede generar
un hecho de violencia”. Uno de los temas más espinosos de la semana pasada fueron las amenazas que recibió Lucas Bernardi en un negocio familiar, donde los cobardes hicieron referencia al mal presente futbolístico leproso. En este sentido Mateo expresó su opinión personal al respecto. “No es sólo para Lucas, es para todos. Lamentablemente suceden estas cosas. No sólo acá, sino en todo el fútbol argentino. Creo que el tema se pasa para el otro lado. Lucas ni nadie se merece esta situación. Nosotros, sin dudas, tratamos de hacer lo mejor. A veces no salen las cosas, pero uno intenta mejorar siempre. Ahora hay que pensar en darlo todo dentro
de la cancha”, indicó.
—La sensación es que el hincha genuino los apoya.
—Sí. La gente en general lo demostró en cada partido alentando. En ese sentido no se le puede reprochar nada a la gente. Está en nosotros tratar de revertirlo adentro de la cancha. A la gente más no se le puede pedir. Lo único es que nos sigan apoyando como lo están haciendo porque todos juntos sacamos esto adelante.
—¿Cada vez que llegan a un partido de local salen a la cancha pensando en lo que puede pasar después si el resultado no se da?
—Sí. Somos seres humanos. A veces esas cosas te generan ciertos temores porque sabemos que un mal resultado puede generar algún hecho de violencia. Esto es así, el fútbol argentino es así. Lamentablemente ya
estamos acostumbrados a esto. Nosotros tenemos que tratar de matarnos adentro de la cancha y dar lo mejor. Después el resto no está al alcance nuestro.
—¿Qué solución le tratan de encontrar a esto?
—Es difícil analizar este momento porque hubo muchos partidos buenos y merecimos más de los puntos que tenemos, pero no se dio. El equipo fue perdiendo confianza. Pero acá la realidad es que lo debemos sacar con esfuerzo, dando todo en cada pelota. Lo que no puede faltar son las ganas, la actitud dentro de la cancha y el esfuerzo. Eso no se negocia.
—Viene un rival complicado en la tabla de los promedios como es Tigre. ¿El partido se puede poner en el escenario de un adversario directo o todavía no?
—No sé si estamos en una situación tan preocupante con el hecho del descenso. Porque con una rachita de partidos ganados ya estaríamos tranquilos. Y en este campeonato no deberíamos sufrir. Por supuesto que si
seguimos con esta racha podemos tener problemas. Pero tengo confianza que podemos revertirlo. Si hacemos una campaña normal no deberíamos sufrir. Tampoco queremos pensar en eso y volvernos locos con esa situación. Tenemos que pensar partido a partido.
—Tigre está complicado en el promedio, pero tiene un buen equipo.
—Sí. Se ha armado muy bien. Sabían que iban a estar ahí abajo entonces armaron un muy buen equipo. El fútbol argentino hoy está muy parejo. Cualquiera le gana a cualquiera. Así que en ese sentido hay que tener mucho cuidado. Nosotros respetamos al rival. Pero lo importante es que nosotros empecemos a mejorar y ganar por méritos propios.