Gerardo Martino amasa cada hora que pasa como si tuviera una pelota debajo de la suela en sus mejores épocas de excelso jugador de Newell's. El Tata calla y es lógico que se tejan mil versiones sobre su desembarco como técnico de la selección nacional. De esta historia lo único realmente concreto es que Martino tiene muchas ganas de sentarse en el banco que dejó vacante Alejandro Sabella. Por eso el jueves estuvo reunido con Luis Segura, Julito Grondona y Miguel Silva con la clara intención de ponerle voz a su proyecto futbolístico. El Tata también necesitaba escuchar de boca de los integrantes de la plana mayor de la AFA ciertas señales positivas sobre cuestiones que él considera innegociables antes de aceptar el cargo. De ahí que el tiempo de espera al que se plegó desde que llegó a Rosario está lejos de ser antojadizo. Es evidente que existen puntos sustanciales que se pusieron sobre la mesa que aún no lo convencen. Estos "detalles" no están sólo relacionados con la salida de Carlos Salvador Bilardo como coordinador general de las selecciones nacionales ni con un posible corrimiento de Humbertito Grondona como DT de la Sub 20.