Marcelo Garraffo es el nuevo entrenador de Las Leonas. Lo que la Confederación Argentina (CAH) quiso mantener como un secreto a voces, pero que trascendió por todos los medios en los últimos días, se hizo oficial ayer en el Hotel Sheraton de Córdoba, en el marco de la Liga de Honor de la Liga Argentina. El mejor jugador argentino de la historia del hockey masculino tendrá por delante un desafío tan tentador como exigente: dirigir al seleccionado nacional más exitoso de la última década tras la no renovación del contrato de Carlos Retegui. En la conferencia hubo un interrogante obvio: ¿Convencerá Garraffo a Luciana Aymar para que siga y a Soledad García para que vuelva? Tras los Juegos Olímpicos de Londres, la rosarina dejó abierta la chance del retiro, en tanto que la cordobesa fue marginada por Retegui.
"La primera sensación que tengo es de emoción y la segunda de agradecimiento. Evidentemente este es un reconocimiento. Será un desafío difícil, pero apasionante. Estoy orgulloso", dijo Garraffo.
—El hockey es una pasión y lo disfruto en todo momento sin importar el lugar en el que me encuentre. Lo vivo con tal intensidad que para mí el último equipo que entrené (uno de segunda división de Córdoba) era el mejor. Ahora tengo la expectativa de disfrutar con Las Leonas de la misma manera.
—¿Cuánto le llevó tomar la decisión de aceptar?
—Me costó un segundo. Hoy firmo por 2 años pero mi cabeza piensa en un período olímpico. Voy más allá. Y si en dos años no estoy adentro por la razón que sea (en marzo hay elecciones en la CAH), no importa, lo que se necesita es que se piense en un período olímpico y se planifique en base a ello.
—¿Es una presión dirigir un equipo tan exitoso?
—El alto rendimiento es jugar bien bajo presión y a mí me encanta este desafío. Va a ser muy difícil porque Las Leonas están acostumbradas a ganar, a no bajar del podio. Traigo una idea, pero los entrenadores sabemos que somos parte de un equipo en el que las jugadoras deben estar convencidas de lo que hay que hacer. Esperemos tener la capacidad de convencerlas, y si no ellas nos tendrán que convencer para que lo que hagamos sea lo mejor para que Argentina se supere en un nivel difícil de superar.
—¿Va a intentar convencer a Lucha Aymar para que continúe y a Sole García para que vuelva?, ¿cómo se las seduce?
—Hay que dialogar. Pero no solamente con ellas, sino con todas las que sean parte de esto. Para buscar nuevos desafíos tenemos que estar convencidos de lo que hay que hacer. Si alguna no está convencida o automáticamente se baja por otra prioridad es una cosa. Pero hay que dialogar. Lucha es la mejor del mundo y Soledad está entre las mejores. Sería un error sino me siento a hablar con ellas.
—¿Cómo imagina el juego de su equipo?
—El gran desafío será tener un juego de sentido colectivo donde se potencien las grandes individualidades. Porque Las Leonas no tienen una sola jugadora que es la mejor del mundo sino que tiene muchas jugadoras que son las mejores del mundo.