De a poco el conductor de Rosario Central, Leonardo Madelón, empezó a darles la pelotita a sus
jugadores. La determinación se sustenta en la necesidad de que vayan aflojando los músculos luego
de tanto trajín físico. Es que ahora arranca la etapa más saludable para el ánimo de los muchachos.
Empiezan a bajar las cargas y llega el turno de los movimientos tácticos, para después jugar los
tres partidos amistosos programados en la estadía marplatense.
Madelón recién hoy a la tarde delineará un bosquejo de lo que podría ver
en el partido del sábado a la mañana ante Banfield, en una de las canchas del predio del club
Cadetes de San Martín. Por lo pronto, ayer dividió al plantel en varios grupos y organizó un juego
en espacios reducidos. Estaban todos mezclados y marcó las canchas con cintas.
El sentido neurálgico era que el equipo que tenía la pelota utilizara
las bandas para atacar. Por eso el técnico fue rotando a varios jugadores. Estuvieron Emiliano
Papa, el Kily González, Damián Díaz y Mariano Messera, entre otros.
Todos ellos no podían ingresar a la zona delimitada por la cinta, pero
cuando recibían la pelota, desbordaban y tiraban el centro. Cuando el entrenador auriazul observaba
alguna imperfección en la maniobra, paraba el movimiento y la hacía repetir para intentar
sistematizarlo. Aunque también metió algún grito de aliento para aprobar la resolución de algunas
jugadas, sobre todo cuando el Kily y Messera transitaron sus andariveles con determinación.
En ese contexto, el entrenamiento de hoy a la tarde en el complejo de Cadetes asoma
como importante porque será la primera vez que el cuerpo técnico parará a una formación desde que
el plantel está aquí en la ciudad balnearia de Mar del Plata.
En otro orden, ayer fue una jornada sin novedades en cuanto a los restantes refuerzos
solicitados por el DT, aunque se sabe que existen algunos sondeos por un delantero de experiencia
que va por afuera.