Antes del partido ya se sabe quién es el encargado de patear los penales. Y en Central es su goleador: Marco Ruben. Después, durante el juego, pueden darse distintas circunstancias y por lo general prima la lógica. Así sucedió el domingo en el Gigante. Lo ejecutó el capitán canalla pese a que se dio la sorpresiva intromisión de Teo Gutiérrez generando una desacostumbrada escena de discusión que finalizó con broncas y, encima, con la pelota desviada por el arquero evitando el gol auriazul. Para peor, el resultado final del partido fue derrota por 1 a 0 ante Godoy Cruz. Un combo negativo por donde se lo mire. Aunque varios protagonistas intentaron minimizar la situación para que la pelea que se vio en el campo de juego quede sólo en eso, para que no golpee puertas adentro. ¿Será así?
Ruben venía dulce en la ejecución de penales oficiales, aunque falló en el amistoso sin público ante Vélez (no se cuenta en las estadísticas) el pasado 18 de febrero. Sólo había errado en la Copa ante Palmeiras en Brasil (0-2, se lo atajó Prass) y en cancha de Defensa y Justicia a inicios del 2015 (lo desvió). Sacudió la red en 13 oportunidades, las últimas cinco al hilo. Además, es el gran goleador y se le da la derecha, como hizo el nuevo DT Paolo Montero.
Del otro lado, Teo Gutiérrez pretendió tener su momento en Arroyito. Claro, no eligió el mejor ni la forma. ¿Por qué? Ya lo tendrá que explicar el delantero colombiano. Sin dudas se le preguntará y su mirada será atendible, aunque si pretende "discutirle" la primacía a Ruben deberá hacer méritos porque hasta el momento viene muy flojo. Basta con ver sus números con la auriazul: 11 partidos, 888' en cancha y sólo un gol, ante Boca en la Bombonera (el 1-1 del 20 de noviembre de 2016).
Quizás este puede ser el motivo de su deseo de patear el penal ante los mendocinos: gritar por primera vez en el Gigante. O encargarse él porque fue quien remató en la jugada que Abal cobró penal. O tal vez porque tiene un historial negativo en penales y, sobre todo, ante Godoy Cruz. Es que jugando para Racing desvió uno ante Torrico y con la camiseta de River se lo atajó Chiarini. Encima, en el millonario desvió el otro que pateó y en los de Avellaneda falló uno más y convirtió 3.
Hasta acá los datos precisos. Pero esto es fútbol, juego, no sólo números estadísticos, que valen pero obviamente no son todo.
"A Marquitos nadie lo puede discutir. Es el goleador de Central y si ya estaba designado él en la charla técnica, lo debía patear. Después entran a tallar las circunstancias del partido, el resultado, si ya metió algún gol, si siente alguna molestia, si no se ve seguro", explicó el ídolo canalla Omar Arnaldo Palma en diálogo con Ovación, para enseguida recordar una buena anécdota: "Aquel penal ante Temperley con el que fuimos campeones lo ejecuté yo pero el encargado era el Pato Gasparini, a quien le hicieron la falta y no pudo patearlo. Mirá si lo erraba...".
El Negro (2º máximo anotador desde los doce pasos con 26 goles, detrás de los 45 de Bauza) había fallado un penal en un clásico y por eso Don Angel habilitó al cordobés allá por 1987. Más acá, en 1994, también compartía las ejecuciones con otro especialista: Horacio Carbonari. "El lo aseguraba, te arrancaba la cabeza", sentenció Omar.
"Sí, Omar me dejaba patear pero el encargado era él. Ni se me ocurría discutirle. Tuve suerte en los penales, sólo erré uno (metió 11), cuando casi la mando afuera de la cancha de Ferro. Después tuvimos otro, lo pateó él y fue el gol del 1-1", rememoró Petaco con Ovación.
Y en cuanto a la situación del domingo entre Gutiérrez y Ruben señaló: "No hay que volverse tan loco con este tema, lo lamentable es que Marco lo erró y Central perdió, nada más. Si lo hacía no había discusión porque él estaba designado. Lo importante es que no haya peleas entre los jugadores, que estén bien entre ellos y con el grupo. El equipo necesita mucho de ellos, ya habrá tiempo para que los dos marquen goles. Lo que pasó debe quedar como una circunstancia del momento en el que se dio la jugada".
Ahora habrá que esperar hasta la próxima pena máxima para Central y ver quién toma la pelota para ejecutar el penal. Y que no se repita la historia, claro.