Silvia Mariana "China" Piccinini fue la primera docente de vela de Cecilia Carranza Saroli en el Yacht Club de Rosario. Y ayer recordó con Ovación esos primeros pasos en el río Paraná de la regatista hoy reconocida como nunca en su tierra por ser la primera mujer en ganar una medalla de oro olímpica en esta ciudad. "Ceci tenía cinco años cuando empezó conmigo en optimist (embarcación de vela ligera para niños de entre 6 y 15 años). Era una india salvaje, muy divertida, una nena muy alegre y entusiasta. En pleno invierno metía la cabeza en el agua sin problemas", recordó la China, quien fue entrenadora por 22 años y trabaja en el club desde hace 29. "Hoy me la pasé haciendo notas sobre Cecilia, creo que di como siete, nunca había hecho tantas en mi vida", se sorprendió la mujer.
Anteayer, Cecilia en compañía de Santiago Lange se subió a lo más alto del podio en la clase Nacra 17 en los Juegos de Río 2016. Fue su tercera participación olímpica y el segundo oro argentino después de Paula "Peque" Pareto. Desde el triunfo son muchos más _regatistas y profanos_ los que repiten el nombre de Cecilia Carranza Saroli. Su primera maestra no es la excepción.
"Recuerdo que en optimist Cecilia no era una genia. Pero en laser (embarcación baja y fina de una sola vela) despuntó. Era lo ideal para su físico, fibroso y de mucha fuerza", dijo su ex entrenadora.
"Ceci tenía, y tiene, una humildad increíble. Aún la veo, con su traje de agua amarillo, corriendo por el salón del club y saludando a todos", dijo la China.
A los 12 años, la flamante campeona tuvo otro entrenador. "Siguió su camino con el profesor de timoneles Ignacio Méndez Casariego (ver foto). Pero siempre seguí en contacto con ella. Hace poco se quemó una mano y me llamó. La hice curar de palabra", confesó la China.
Además aseguró que cuando Cecilia entró en la alta competencia y comenzó a viajar, todo lo hizo con mucho esfuerzo. "En Europa supo ir con su laser sobre el auto, sola a competir: ella, el barco y el mate a cuestas", retrató.
En el Yacht Club, donde Cecilia creció, la esperan con los brazos abiertos. "Queremos homenajearla", adelantó la China. Una medalla, una placa, el nombre de Cecilia a una nueva caleta. Ideas sobran. Lo importante es que Cecilia llegue "a casa", dijo su ex maestra.