Recién con la firma puesta y con varios días por delante para que los entrenamientos puedan retomarse en campo es difícil saber cuál será el comportamiento de Cristian González respecto de la consideración que tendrá sobre algunos juveniles de las divisiones inferiores. Es que, en el momento que sea, el Kily tendrá una base ya establecida del equipo, a la que tendrá que ir agregándole el aporte de los más chicos. Lo dijo el propio Kily en la presentación oficial: “La idea no es apurarlos o quemarlos, como suele decirse en el fútbol”. Así y todo se sabe que una de las premisas básicas del nuevo entrenador será darles cabida a los más jóvenes. Y lo que está claro es que el tiempo que lleva trabajando en reserva le permite contar con un conocimiento más acabado al que podría tener cualquier otro DT. El Kily no tiene todavía la lista definitiva de los chicos que comenzarán a entrenarse con el primer equipo, pero hay nombres que, en la teoría, corren con cierta ventaja, justamente por la consideración que el técnico tuvo en estos últimos años, especialmente en el último torneo. A riesgo de que el técnico tome decisiones de otra índole, las referencias corren, por ejemplo, para futbolistas como Lautaro Blanco, Mateo Tanlongo, Luciano Ferreyra, Joan Mazzaco, Ignacio Russo, Luca Martínez Dupuy y quizá algunos más.
La primera excepción que se debe hacer es que hay futbolistas jóvenes que no deben tomarse como esos casos que gozarán de la bendición del Kily. Por ejemplo, Alan Marinelli, Joaquín Pereyra, Francesco Lo Celso, Rodrigo Villagra y Joel López Pissano son pibes nacidos de las inferiores, pero que ya se venían entrenando con el primer equipo bajo la tutela de Diego Cocca, quien determinó que algunos tuvieran más rodaje que otros. Ahora, hay quienes fueron convocados muy poquitas veces por Cocca a Arroyo Seco y otros que directamente nunca fueron a trabajar con la primera. Esos son los casos en los que, de darse ahora, se vería una apuesta del Kily González.
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El defensor Lautaro Blanco firmó contrato por 18 meses.
Por supuesto que las edades de esos chicos tendrán que ver pero, según confiaron, la intención del Kily irá un poco más allá de lo que cante el documento. De hecho en el último torneo de reserva el entrenador trabajó con pibes de la 4ª, 5ª e incluso de la 6ª. Quizá el caso más saliente sea el del volante central Mateo Tanlongo, quien ante la primera chance que tuvo rápidamente comenzó a ganarse la confianza del entrenador. Por eso terminó siendo uno de los pilares del equipo. En teoría, el pibe de 16 años (12/8/03) que hace pocos días firmó contrato será seguramente uno de los elegidos.
Las expectativas que tienen en Central con Tanlongo son muchas, especialmente por la rápida adaptación que mostró en reserva siendo uno de los más chicos. Es eso mismo lo que hace que tenga muchas cosas por mejorar y de hecho fue algo en lo que, cuentan, le estuvo poniendo énfasis en este tiempo de aislamiento.
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Joan Mazzaco entrenó muy poco con Cocca, pero el ex DT lo utilizaba como central.
En medio de la indefinición de Marco Ruben el primer equipo quedó prácticamente huérfano de delanteros y por más que Ruben decida seguir (es lo que esperan en Central), los centrodelanteros de la reserva también se anotan para empezar a viajar todos los días a Arroyo Seco. En ese puesto está Ignacio Russo (hijo de Miguel), a quien el Kily sacó de la Rosarina (después de una operación) para llevarlo directamente a la reserva. Hubo algunos partidos en los que no fue convocado, pero el Kily siempre se mostró contento por la respuesta que el atacante de 19 años le fue dando. “Esa es una apuesta toda mía, eh”, dicen que confió el Kily a su círculo íntimo a principio del torneo de reserva, cuando Nacho le respondía desde lo futbolístico, sobre todo con goles. Es un delantero que se siente cómodo en el cuerpo a cuerpo.
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Mateo Tanlongo fue una de las grandes apariciones en la reserva del Kily.
Algo similar ocurre con Luca Martínez Dupuy, quien en los próximos días estaría firmando su primer contrato. Con 15 partidos jugados (13 de ellos de titular) asoma como otra de los candidatos para transformarse en alternativa. Tiene características distintas a las de Russo, por eso seguramente el Kily los utilizó en muchas ocasiones como dupla. Más amigo del juego aéreo y de la descarga. Con Cocca participó sólo de un par de entrenamientos.
Mucho dependerá de la consideración que tenga el técnico de los jugadores que ya hay en primera, pero por ejemplo los marcadores de punta, sobre todo por izquierda, parecieran que tendrán sus chances. Lautaro Blanco el miércoles de la semana pasada firmó contrato, que iba a ser por un año pero como el Kily es el DT se decidió que ese primer vínculo fuera por 18 meses. Todo un indicativo de que será otro de los que entrarán en la consideración del entrenador. Puede hacer las veces de volante, de hecho fue una “sorpresa” (así lo definió el propio Kily González) en el último partido del año de la reserva, frente a Colón.
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Luciano "Pupi" Ferreyra es volante ofensivo y en Central creen que es de los "más atrevidos".
Esa carrera también la correrá Joan Mazzaco, que tuvo varios entrenamientos con Cocca, pero a quien en las prácticas de fútbol el ex DT canalla lo utilizaba como zaguero central, algo que nunca le cayó del todo bien al Kily.
Luciano Ferreyra es otro en los que el Kily confió mucho. Allegados al DT confían que el Pupi (18 años, 19/2/02) es de los futbolistas que “tiene todo” para bancarse la primera de Central, pero que necesitan “conectarlo” con esa posibilidad. Un mediapunta que puede volcarse por los costados, rápido y de movimientos corporales similares al Pachi Carrizo. El técnico lo fue llevando de a poco, también porque fue uno de los más chicos del equipo. De los 17 partidos que tuvo en cancha fue titular en 8, pero lo que el Kily dejó en claro es que siempre lo tuvo a mano.
También se le puede abrir nuevamente una chance a Franco Sarco (delantero de 19 años, 20/11/2000), que durante un largo tiempo se movió junto a Cocca y era una de los chicos en los que habías muchas expectativas depositadas, pero no sólo perdió terreno en la primera sino que lo propio le ocurrió en reserva, aunque el Kily González lo utilizó en 14 ocasiones (11 de ellas desde el primer minuto).
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Nacho Russo fue uno de los que más jugó en el último torneo de reserva.
Después, seguramente habrá otros nombres que podrán aparecer, como los defensores Raúl Chamorro, Fernando Godoy, Fernando Rodríguez, que también tuvieron participación con el Kily en reserva, y algunos más a los que, incluso con menos edad, los vea capacitados para moverse junto al primer equipo. Todos ellos se sumarán, se insiste, a otros juveniles que ya se movían en el día a día con Cocca.
Por ahora son meras especulaciones y la depuración de la lista está en marcha, pero el Kily sabe que a varios les dará la posibilidad al menos de entrenar a diario en Arroyo Seco y algunos apellidos, a priori, corren con cierta ventaja.
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Luca Martínez Dupuy tiene todo listo para firmar su contrato en los próximo días.
Galloni: "El día a día es parte del crecimiento"
Es un momento importante para que se sumen algunos chicos a la primera porque hay buenos jugadores, con proyección. Para cualquier chico de inferiores es fundamental compartir entrenamientos con futbolistas ya hechos, es parte de un proceso que los hará madurar y que también le va a servir al técnico para darse cuenta cuándo será el momento en el que puedan dar el salto. No necesariamente será obligación entrenar todos los días con la primera pero ya con el avance de que la reserva vuelva a Arroyo Seco habrá chicos que compartirán trabajos y de ahí saldrá el crecimiento. No tengo dudas de que hay chicos que tienen condiciones para cumplir ese paso. Este año la reserva contó con muchos chicos y cuando lo hicieron se adaptaron muy bien, ahora les faltará esa terminación que se la dará con los entrenamientos con la primera, no sólo con los demás futbolistas sino con el entrenador. Al estar todos juntos en Arroyo cuando el Kily necesite un jugador podrá contar con cualquiera de ellos y eso, insisto, es clave para el crecimiento y la formación de los pibes. Cuando nosotros hablamos de no acelerar procesos tiene que ver con eso, con la posibilidad de que puedan empezar a trabajar con la primera y que sea el técnico el primero en darse cuenta cuándo es el momento. En Central siempre apuntamos a que el aporte de los jugadores de inferiores sea el mayor posible y el procedimiento es este, que empiecen a entrenar y que puedan ir sumando experiencia. El día a día es clave, así le toque ir dos veces por semana, porque esa experiencia suma y es lo que les va a permitir madurar más rápido.