Un Ford, un Dodge, un Torino, un Chevrolet. Las cuatro marcas, las históricas del TC, hicieron el 1-2-3-4. Cuatro óvalos, 3 chivos, 2 carneros y 2 toros en el top ten de la clasificación de ayer en el veloz dibujo de Concepción del Uruguay y una sensación que asoma como certeza. Pese a que los usuarios de la pentaestrella insisten con que les falta punch, el Turismo Carretera parece ir camino a lograr la tan esperada paridad, más allá de que unos hayan quedado más contentos que otros. Por supuesto, el más feliz luego de la 2ª tanda clasificatoria fue Juan Manuel Silva, que volvió a lograr una pole position luego de casi 2 años, en un sábado en el que pareció claro que a la marca que defiende le vinieron al pelo los últimos retoques reglamentarios y porque además zafó de una polémica, ya que usó la trompa de su compañero de equipo y no fue penalizado. Sin estar en las antípodas, los representantes de la región, Facundo Ardusso y Juan Marcos Angelini, no lucieron tan competitivos aunque quedaron a la expectativa.
“El auto está más equilibrado pero esto es consecuencia del camino que vinimos siguiendo”, dijo un sonriente Silva. “Los cambios pueden haber ayudado, pero a mí me parece que tiene que ver más con el trabajo que viene realizando el equipo”, insistió. Quizás sean dos verdades a medias. Lo cierto es que la extensión del piso plano hacia el baúl y la autorización para usar el alerón de 2014 le dio a Ford mayor carga aerodinámica en el tren trasero y eso les permitió ser más estables, sobre todo en el tránsito en las curvas. Ergo, ganaron esas décimas que le permitieron pelear la pole.
Y si esos cambios generaron algo de polémica, más lo fue que Silva haya usado la trompa de su compañero Matías Jalaf (que fue 8º) por estar dañada la suya y, aunque no hubo denuncia alguna, sí dudas.
El artículo 7º del reglamento deportivo dice que los autos deben llevar su número identificatorio en la trompa y en caso contrario no pasan la verificación técnica. Y el Pato llevó el 99, pero no fue penalizado como algunos pedían por lo bajo, porque además sí puede usar la pieza de otro piloto mientras esté homologada.
Pero volviendo a los cambios, tampoco fueron tan alevosos como en el 2012 por ejemplo, cuando a Matías Rossi le arruinaron un título que parecía seguro antes de entrar a la Copa de Oro.
En resultados al menos, todo parece más parejo que nunca, más allá de que fueron los chivos los que quedaron más preocupados. Silva ayer hizo un tiempazo (en realidad dos, ya que su segundo mejor registro también era pole) pero el viernes Spataro marcaba el camino con Dodge, arrebatándole el lugar a último momento a Rossi. Y ayer fue el uruguayo Lambiris (acostumbrado al TCP, se olvidó de ir a la conferencia de prensa oficial) el que metió a un Torino en el medio.
Los usuarios de Dodge se quejan de que no tienen aceleración, pero Ardusso, que ayer mejoró pero se encontró con un obstáculo inesperado (ver aparte), viene de ganar en Viedma y está 2º en el campeonato. ¿Entonces?
A última hora de ayer, el gobernador entrerriano Sergio Urribarri, del FpV, se acercó a saludar a la sala de prensa y antes al poleman, en medio de un clima festivo con un autódromo semilleno que hoy seguro lucirá completo, con promesa de mucho frío.
Por supuesto, nadie quedó más feliz que el Pato Silva y los hinchas del óvalo, que venían con trompa y ayer la cambiaron por completo en suelo entrerriano.