Perdió 4 a 2 y avanzó a la final por diferencia de goles. El esloveno Damir Skomina no sancionó un penal para Roma
Perdió 4 a 2 y avanzó a la final por diferencia de goles. El esloveno Damir Skomina no sancionó un penal para Roma
Liverpool se clasificó ayer con lo justo a la final de la Liga de Campeones de Europa, en la que se medirá con Real Madrid, tras perder como visitante frente a Roma por 4 a 2 y sacar provecho del triunfo 5 a 2 obtenido en el choque de ida.
El equipo inglés disputará su octava final luego de cinco conquistas y dos caídas, cuando enfrente el próximo 26 del corriente, en Kiev, Ucrania, a Real Madrid, que el martes dejó en el camino a Bayern Munich.
Los dirigidos por el alemán Jurgen Klopp se pusieron en ventaja con el gol del senegalés Sadio Mané y el empate de Roma se concretó con el gol en contra de James Milner, protagonista de un blooper cuando la pelota le impactó en el rostro como consecuencia de un rechazo defensivo.
El holandés Georginio Wijnaldum, de cabeza, adelantó otra vez a Liverpool antes de la finalización del primer tiempo y enmudeció a los hinchas romanos. En el inicio de la segunda etapa, el atacante bosnio Edin Dzeko señaló el empate y el belga Radja Nainggolan, con un remate fuerte y preciso de media distancia, puso el 3-2 y sobre el final aportó un grito más, de penal.
Liverpool no desplegó su habitual furia en ataque. La diferencia que obtuvo la semana pasada en Anfield le permitió equilibrar fuerzas y jugó con la desesperación de Roma, obligado a convertir muchos goles.
El equipo italiano, con el defensor Federico Fazio como titular, dejó espacios en su última línea que fueron aprovechados por los ingleses y le faltó justeza en la definición cuando provocó situaciones de peligro en el arco rival.
A los 62 minutos, el defensor de Liverpool Trent Alexander-Arnold tocó la pelota con la mano en el área, pero el árbitro, tal como sucedió en Real Madrid-Bayern Munich con una infracción del brasileño Marcelo, no concedió penal.
Liverpool sufrió una vez más una meseta futbolística y Roma, con más ímpetu que fútbol, achicó la diferencia en el resultado global, pero no le alcanzó para torcer la historia y quedó a un paso de la hazaña.
El camino a la final del club inglés empezó en la ronda de playoffs cuando eliminó a Hoffenheim de Alemania por 6 a 3 en el global.
En el grupo E, Liverpool finalizó primero, con 12 puntos, seguido de Sevilla, Spartak Moscú y Maribor de Eslovenia.
El equipo de Klopp fue implacable ante Porto de Portugal en octavos de final (5-0), eliminó en cuartos a uno de los favoritos, Manchester City de Josep Guardiola (5-1) y en semifinales, superó a Roma (7-6).
La última final de Liverpool en la Liga de Campeones fue en la temporada 2006-2007 cuando perdió ante Milan por 2 a 1, en Atenas.
Sus conquistas en el máximo torneo europeo a nivel de clubes fueron en 1977 contra Borussia Monchengladbach de Alemania (3-1), en 1978 ante Brujas de Bélgica (1-0), en 1981 frente a Real Madrid (1-0), en 1984 contra Roma (1-1) y en 2005 ante Milan (3-3).
Las derrotas fueron en dos ocasiones contra equipos italianos: en 1985 ante Juventus (1-0) y en 2007 ante Milan (2-1).
Un mal recuerdo para los blancos
Liverpool es el último equipo que venció en una final a Real Madrid, máximo ganador con 12 campeonatos sobre 15 finales, en Liga de Campeones, y buscará repetir el resultado en Kiev, Ucrania, cuando definan al ganador de la presente temporada. Mientras ambos piensan en ese partido, los dirigentes estarían negociando el pase de Salah a los madrileños.