Lo del seleccionado masculino del Litoral ya es para ponerlo en un cuadro. Son finalistas del Campeonato Argentino que finalizará hoy en Salta y jugarán ante Córdoba (a las 15), por el título del certamen que organiza la Confederación Argentina de Hockey y que tiene en su Zona Campeonato, a los mejores ocho equipos del país. Ayer vencieron a Mendoza por 1 a 0 por el gol de Francisco Alfonso y dieron un golpe aún mayor que el del año pasado en Tucumán, cuando conseguieron la medalla de bronce. Ya lo superaron. Y ahora quieren todo. Si lo ganan será histórico.
Popeye ya estaba revolucionado a la hora en la que Litoral entró a la cancha, porque Buenos Aires, el campeón vigente, había caído a manos de Córdoba (0-0 y 4 a 3 por penales). Pero los chicos no se dejaron influenciar por esas emociones externas y se concentraron en lo suyo, que terminó siendo una nueva victoria, la cuarta al hilo ya que se había adjudicado la zona (B) con puntaje perfecto.
Ante Mendoza, el mismo rival al que vencieron en 2016 para subirse al podio mostraron un juego colectivo y de despliegue para aplaudir. Antes del encuentro, Lucio Tartaglini, uno de los referentes del equipo, le dijo a Ovación: "El primer objetivo pensando en alto es por lo menos mantener ese tercer puesto, no va a ser nada fácil, pero lo vamos a buscar y si se da será empezar a soñar con algo más". Y están soñando en grande gracias a ese golazo de aire de Alfonso ni bien empezó el partido.
Por el torneo de ascenso, el seleccionado femenino fue la contracara. Muy temprano en la mañana las chicas perdieron con Bahiense 2 a 0 y se quedaron sin chances de ascender (había dos lugares).
La primera en sacarse el protector bucal y guardarlo en las medias fue María Hernández. La segunda, Agustina Bouza. El apoyo en las rodillas, en los palos, eran señal de cansancio pero también de resignación. Y así siguieron todas, como si fuese un dominó. Alguna debió soportar la desazón directamente en el piso. La desilusión fue tan grande como el predio del club Popeye, escenario de la recta final del Argentino. Y fue tan grande porque las chicas saben que representan a un seleccionado que históricamente fue protagonista, que vino a Salta a intentar recuperar su lugar en la elite y no pudo. El año que viene jugarán otra vez en la segunda división.
A juzgar por la instancia y por el rival, el de ayer quizás haya sido el mejor partido de Litoral en lo que va del torneo. Porque no son sencillas las semifinales, menos aún ante la certeza de que el torneo sólo entrega dos ascensos, para los finalistas. Aún más complicada era la empresa con Bahiense enfrente, aguerrido, físicamente muy superior y encima dueño de una presión agotadora.
Litoral pudo hacer poco y nada en los dos primeros cuartos, básicamente no lograba sortear los aprietes y mucho menos generar peligro. Pero estaba cumpliendo con una de las materias en que no sacó buena nota en la primera ronda, por ejemplo, defendiendo más tranquilo. Incluso en los córners cortos. Bien en las lecturas, bien en las salidas. Mal cuando tuvo los suyos, nada efectivo.
Y en el tercer cuarto, cuando estaba mejor acomodado, recibió el cachetazo. Ivana Mazars conectó un centro que vino desde la izquierda y le dio a Bahiense la ventaja. Fue el momento en el que Litoral jugó más, se animó con otro ímpetu y pisó el acelerador, pero nunca con peligrosidad suficiente. Era todo o nada cuando el DT Diego Serio sacó a Maite Esquide, la arquera, y Eugenia González Del Cerro se hizo cargo de la pechera. Bastó sólo un contraataque para que otra vez Ivana Mazars pusiera cifras definitivas y encaminara el ascenso. Los intentos desesperados por descontar, con el tiempo escurriéndose como agua, fueron inertes.
Y entonces, sonó la chicharra y la desilusión fue mayúscula. El ascenso deberá esperar. Hoy, sin embargo, deberá salir de nuevo a la cancha a jugar por el tercer puesto, a las 8 ante San Luis, que perdió con Santa Fe 4 a 1. Bahiense y Santa Fe estarán el año que viene en la Zona Campeonato, entre los mejores ocho del país.