La tercera fue la vencida. Juan Cruz Leguizamón sorpresivamente volvió a Central Córdoba. El guardavalla, que debutó en primera con la camiseta del Matador hace 9 años, llegó tras un acuerdo con la dirigencia y abrochó su incorporación por una temporada.
La deserción de Leonardo Romero, ex Puerto San Martín, quien tenía todo arregado para firmar, apuró el regreso de uno de los jugadores emblemáticos que vistió la casaca de los charrúas en los últimos años. Laureano Tombolini, quien era prioridad del entrenador Ariel Cuffaro, no pudo destrabar su situación con el club Juventud Unida Universitario de San Luis.
“Vuelvo a mi casa. Estoy muy feliz y no veo la hora de pisar el Gabino Sosa. En los tres años que me ausenté siempre estuve pendiente del club”, sostuvo Leguizamón en su regreso a barrio Tablada.
El arquero que jugó dos años en Morón y en el 2014 disputó una temporada en Sportivo Belgrano de San Francisco se mostró ilusionado por el nuevo equipo charrúa.
“La dirigencia está trabajando muy bien. Contrató un técnico de experiencia como Cuffaro Russo y sumó varios refuerzos. Ahora solo hay que pensar en lograr el ascenso”, señaló el charrúa.
“Por suerte se llegó un acuerdo con Leguizamón y mañana (hoy) se presentará a entrenar como nuevo refuerzo del plantel”, confió un dirigente.
La novela de los arqueros para defender el arco de los charrúas llegó al final a dos días de comenzar el torneo de la C. Primero, salió el nombre de Laureano Tombolini y quedó en la nada.
Después llegó el turno del Chino Romero. El uno de PSM llegó a un acuerdo de palabra hace 10 días con la comisión, pero todo estaba supeditado a que no se diera el arribo de Tombo.
Caído el pase del ex canalla, el viernes a la noche, la dirigencia y Romero confirmaban el acuerdo. Hasta ahí todo estaba bien. El lunes, Romero no se presentó a entrenar ni a firmar el contrato.