La pasión por los colores se manifiesta de muchas maneras y una de las más tradicionales es aquella que apela al ingenio en una oración, a la evocación de la tierra y también al diseño y confección.
La pasión por los colores se manifiesta de muchas maneras y una de las más tradicionales es aquella que apela al ingenio en una oración, a la evocación de la tierra y también al diseño y confección.
Se trata de la banderas, las que no faltan a una cita deportiva en Sudamérica y son un sello distintivo del hincha.
En la previa de Argentina-Paraguay, en el estadio La Portada de La Serena, el público argentino tiñó de celeste y blanco las gradas y fueron mucho más en número que la de sus pares guaraníes.
Entre aquellas que hacían referencia al lugar de origen se encontraron las localidades de Aldo Bonzi, Bahía Blanca, Paraná, Chaco, Colegiales, Adrogué, Río Gallegos, Morón y Mendoza.
Los hinchas de Newell's Old Boys, de para bienes con el crack rosarino Lionel Messi y el entrenador Gerardo Martino, dijeron presente con un “trapo” que colgaron detrás del arco que da a la calle Juan Ríos Poniente con los colores del conjunto 'leproso' y la leyenda: “Gracias Tata”.
En tanto, en el arco de enfrente, se posaron tres banderas con las imagenes de Lio Messi, Javier Mascherano y Diego Maradona, en el momento que se besó la camiseta luego del triunfo 2-1 ante Inglaterra en el Mundial México 1986.
Para matizar el frío, a la espera del encuentro, los hinchas argentinos de la Galería Sur se entretuvieron con un agente de seguridad privada (esos que visten camperones amarillos y se dedican a mirar las tribunas todo el tiempo) que demostró pocas dotes futbolísticas en su intento de regresar la pelota que los jugadores argentinos lanzaron mientras exigían al 'Chiquito' Romero.
Poco después, cantaron “y ya lo ve, y ya lo ve, somos locales locales otra vez” y el hit inquebrantable “vamos, vamos, Argentina, vamos, vamos, a ganar...”, al tiempo que los paraguayos contestaron con un tímido “¡Paraguay, Paraguay!”.
Pero las gargantas se calentaron de verdad con el cántico: “¡Y ya lo ve, ya lo ve, el que no salta, es un inglés!”
Los chilenos también dijeron presente con pequeñas banderas diseminadas a la altura de las plateas medias y los paraguayos, en especial los hinchas de Olimpia, dejaron su sello.