Argentina tendrá la posibilidad de volver al Grupo Mundial II de la Fed Cup. En abril disputará un repechaje ante alguna de las naciones que cayeron en primera ronda este fin de semana y podría recuperar el lugar que perdió el año pasado, cuando descendió. Pero para tener esta chance debió ganar la Zona Americana que finalizó el sábado en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, y que disputaron ocho países distribuidos en dos zonas. Lo hizo. Y con un aporte fundamental, el de la rosarina de 18 años, Nadia Podoroska (319ª del mundo), quien sumó cuatro victorias en singles, entre ellas la última, la que otorgó la victoria sobre Paraguay en la final. Antes de ello, la Rusa rosarina había participado de otras series, primero como sparring y luego jugando dobles en tres oportunidades, aunque con las eliminatorias definidas. Si bien nadie le podía quitar la satisfacción de haber jugado con la albiceleste, tener la oportunidad de mostrarse en singles era el gran objetivo con el que viajó a esta serie. "Si no me los dan los voy a pedir", bromeó con Ovación hace algunas semanas, en un alto de sus entrenamientos en el Jockey Club.
Ayer, muy temprano, aún con la voz acusando recibo de un enorme cansancio de tres días intensos, pero a la vez tranquila, todavía en Bolivia, Podoroska se tomó un tiempo para charlar con este diario. Y recostada sobre un sillón de la habitación del hotel dio cuenta de esta serie especial que la tuvo como animadora excluyente. No sólo por los puntos que disputó sino porque el que obtuvo ante la brasileña Beatriz Haddad Maia (237ª), el viernes, fue el que le dio vida a Argentina y la posibilidad de meterse en la final. Brasil era el favorito por tener a Teliana Pereira (44º) y entonces el encuentro de Nadia resultaba clave. Le hizo frente y se lo puso en el bolsillo para que luego la dupla compuesta por María Irigoyen (199ª) y Catalina Pella (484ª) incline la balanza (Julieta Estable completó el plantel). Sin embargo, lejos de apoderarse de los laureles, Podoroska resaltó las virtudes de Argentina como equipo. Y señaló: "A la Zona la ganamos todos".
—¿Cuáles son las sensaciones ya pasadas varias horas de consumada la victoria?
—Son muchas, pero especialmente se siente una gran alegría. Y en mi caso hay una satisfacción muy grande por cómo respondí en los singles, como era la primera vez que los jugaba no sabía cómo iba a manejar las emociones. Creo que lo hice muy bien y eso me pone muy contenta.
—El viernes te tocó disputar un punto clave ante Brasil, daba la sensación de que de ese punto dependía la mayor parte de la suerte de Argentina en la serie. ¿Cómo lo viviste? ¿Lo jugaste sintiendo presión? Además lo tuviste que remontar, ¿qué se te pasaba por la cabeza en esos instantes?
—El viernes con Brasil fue el día clave, era el rival más duro y sabía que mi punto era el escencial porque Teliana Pereira es una jugadora de mucho nivel y era difícil ganarle (Irigoyen cayó con ella). En el dobles sabíamos que teníamos una ventaja porque nuestra pareja era muy fuerte y eso me dejaba en claro que el punto clave era mi single. El capitán (Marcelo Gómez, reemplazó a María José Gaidano transitoriamente) me lo dijo antes. Pero lo que yo destaco de todo esto es que él me dio mucho apoyo, dijo que quería que yo jugase ese single porque tenía mucha confianza en mi, que mi juego ante ese tipo de jugadoras iba a ser el mejor y que tenía más probabilidades de ganar. No dudó en ningún momento de cambiar alguna formación del equipo porque él quería que yo vaya a ese single. Y eso a mi me transmitió mucha confianza. Si bien podía sentir un poco de presión, que era normal porque sabíamos todos que era el punto clave. Pero también las chicas (Irigoyen y Pella) en el dobles lo hicieron bien, no era sencillo porque las rivales (Beatriz Haddad Maia y Paula Goncalves) habían ganado un WTA y jugaron impecable aguantando la presión y ganando. Fue una zona ganada por todo el equipo. Es cierto que en mi partido estuve en desventaja en el primer set, se me fue un poquito la cabeza, pero me sentía bien, siendo la que iba a buscarlo, por eso creo que terminó de mi lado.
—¿Esta vez te sentiste protagonista? Como esperabas, te tocó jugar singles por los porotos. ¿Cómo te llevaste con esa situación de ponerte un poco el equipo al hombro?
—En esta serie fui más protagonista que antes al entrar a la cancha en singles, eso le da a uno un poco más de responsabilidad que estar afuera alentando, pero la verdad es que lo pude hacer de buena manera y viviéndolo con mucha emoción, que es lo que más importa en este momento. Hay que tratar de dejar de lado la presión y los nervios y saber que estás jugando por uno, por el equipo y por el país. Es una situación muy linda en la que pude aprender mucho porque yo tampoco sabía cómo iba a reaccionar y fue un trabajo importante el de mentalizarme. Uno obviamente va a vivir nervios y presiones en un momento así, donde por ahí no va a jugar de la manera en que lo hace normalmente, porque son otras cosas por las que disputa.
—Si tuvieses que tener que elegir un momento de la serie para atesorar, ya sea deportivo o humano, ¿con cuál te quedarías?
—El final, cuando la serie estaba definida, cuando nos abrazamos todos y cantamos el "vamos argentina". Fue el momento de mayor furor, energía y alegría. Fue el resultado de toda la semana. Pero si no hubiese estado ese momento hubiese sido cualquier otro, fueron días muy lindos, armamos un equipo muy bueno, muy sano, con muchos momentos juntos, todos valiosos. Además, algo que me parece muy destacable es lo que hizo María (Irigoyen). La formación de nuestro equipo cambió en la final respecto a los tres días anteriores. Y fue porque ella, aún queriendo jugar el single, como lo venía haciendo, le dijo al capitán que no era lo conveniente, que mejor si iba Pella. Dejó su single de lado por el equipo y eso habla de lo líder que es, de su experiencia. Todos sabemos que generalmente los tenistas somos muy egoístas, individualistas y esto muestra una fortaleza del equipo muy grande.
—Siempre decís que de cada serie sacás algo, que capitalizás un aprendizaje. ¿Qué te traés de Bolivia?
—En lo personal, en esta serie, le pude ganar a rivales de mejor ranking con las que antes perdía en el tercer set. O las tenía cerca pero no les ganaba los partidos. Y en esta eliminatoria gané 2 a 0, así que saqué un plus que a mi también me demuestra que puedo un poquito más, ahora lo tengo que sacar en el circuito. Me deja muy tranquila saber que tengo más armas para seguir creciendo y que me hace falta quizás algo más de concentración. Pero ya lo veremos con mi entrenador (Carlos Rampello), algo más adentro mio queda para sacar.
—Este martes sabrán con quién les toca el repechaje en abril para intentar volver al Grupo Mundial II. Pueden ser Eslovaquia, Serbia, Polonia o Canadá. ¿Se mira ese sorteo de reojo? ¿Se desea algo?
—Ojalá que nos toque ser locales, todos los posibles rivales son duros. Después hay que ver cómo forman, en qué superficie, pero nos vamos a poder adaptar. Sólo queda esperar.