El espejismo de la victoriua de Sebastian Vettel en Malasia pudo haber tomado distraído a algún desprevenido. Pero, se sabe, la Fórmula Uno atraviesa por una de sus peores etapas, donde después de haber revolucionado el reglamento todo sigue igual. Un sólo equipo monopoliza el protagonismo, otro es el que le sigue y hasta en el resto parecen todos respetarse su lugar. Un panorama desalentador donde en cada Gran Premio parece que hay que completar sólo el casillero sobre qué piloto de Mercedes ganó. Generalmente es el campeón y líder Lewis Hamilton, y la excepción es cuando lo hace Nico Rosberg como ayer en España. Pero siempre dominan las Flechas de Plata.
Nico Rosberg hizo la pole position, llegó primero a la primera curva y a la bandera a cuadros. Nada para rescatar, nada diferente a todas las victorias de Mercedes que vienen repitiéndose desde la temporada pasada. La única expectativa la dio Hamilton, quien largó mal y lo superó Vettel. Y como en Montmeló es muy difícil adelantar (encima), el equipo optó por tres paradas y lo devolvió en segundo lugar.
En Argentina, recién el próximo GP de Mónaco se verá en directo por Fox Sports 3. Nadie se perdió mucho si lo vio en diferido.