San Luis.- Como para ratificar que carece de rivales en la Argentina, el
cordobés Fabio
La Mole Moli (113,800 kilos) venció al bonaerense Ricardo Sotello (97,400) por nocaut
en el segundo round en la pelea estelar de la velada que se realizó en el polideportivo
Ave Fénix, en San Luis.
Moli prácticamente sacó a su rival del cuadrilátero en la segunda vuelta y
poco después consumó su triunfo cuando, tras un segundo conteo, el árbitro consideró que
Sotello no estaba suficientemente repuesto.
El oriundo de Villa del Rosario confirmó así su condición de amplísimo
favorito para un pleito en el que finalmente, por un desacuerdo económico, no expuso el
título argentino pesado que posee.
Las diferencias entre un púgil y otro fueron enormes: en el pesaje los
separaron más de 16 kilos, que tuvieron una lógica incidencia en alcance de brazos y
potencia.
Por eso, tal como se preveía, la pelea no fue pelea y sólo se extendió
hasta el segundo capítulo por el coraje del perdedor y porque fue el tiempo que se tomó el
campeón para aplicar los primeros golpes netos.
Esta versión de La Mole, mucho más atlética que la de la primera etapa de
su carrera, lo revitalizó a tal extremo que ya quiere embarcarse en nuevos compromisos
internacionales.
A los 38 años, su intención es aprovechar al máximo la arena que queda
adentro del reloj para medir sus sueños de conquista del otro lado de la frontera.
No sólo descree de papelones, sino que confía en su reivindicación
internacional y luciendo una nueva figura quiere rivales de los exigentes.
El cordobés quiere relanzar su campaña en el extranjero e intentará hacerlo
partiendo de un récord que ahora incluye 37 triunfos (24 por nocaut), 7 derrotas y 1 pelea
sin decisión.
Por su parte, quien sí tiene un amplio futuro por delante, el santafesino
Oscar Pereyra (62,500), vapuleó al tucumano Mariano Aguirre (61,700) por nocaut antes de
cumplirse el segundo minuto del primer asalto.
En el ámbito de la categoría welter junior, el apodado Salvaje resolvió con
un gancho al hígado impecable un combate en el que fue dominador absoluto.
Como es habitual, al hijo pródigo de Malabrigo se lo notó seguro de sí
mismo y mediante una ofensiva avasallante volcó sobre el tapiz otra muestra de su
contundencia tan particular.
Tanto es así que Pereyra tiene un palmarés impecable que consta de 13
victorias, diez de las cuales fueron logradas antes del límite.
Aguirre venía subiendo convenientemente los primeros escalones de su
carrera, pero es indudable que sus manejadores se apresuraron al ponerlo frente a un
adversario de los kilates de Pereyra.
En un combate complementario, el cordobés Lucas Belardes (75,300) superó
luego de seis vueltas al chubutense radicado en San Luis Daniel Carriqueo (74,300) por puntos
en fallo mayoritario. (DyN)