Joaquín Pereyra no jugará en Sporting de Lisboa. Al menos por ahora. El volante canalla continúa con la postura de no responder los mensajes y llamadas que le envía el grupo de responsables que estaba gestionando el préstamo al club lusitano acorde al uso horario. Ante ese cuadro de situación, en Portugal tomaron nota y consideraron que no podían seguir aguardando en medio de tanta incertidumbre, sumado a que no cayó nada bien que se filtrara la operación cuando está reestructurando la economía y el plantel. Fue entonces que la institución de los Leones apeló a la profesionalidad que los caracteriza y avisó en Central y al agente del futbolista que decidieron cortar las negociaciones hasta nuevo aviso. En Arroyito, la noticia fue como un golpe al hígado teniendo en cuenta de que entre los clubes estaba todo sellado de palabra.
Sporting no podía seguir esperando que Joaquín Pereyra diera el sí. Las cartas estaban sobre la mesa. Se había acordado incluso una nueva cifra en el contrato tras el reclamo del volante y solo debía dar la respuesta final para poner en práctica el plan para llegar a Europa en medio de la cuarentena obligatoria que existe en Argentina. Para eso se debía tramitar un permiso especial para salir del país en avión privado hasta Brasil y desde ahí sí cruzar el océano Atlántico con destino final a Portugal.
Lo que en teoría representaba una simple operación terminó siendo de alta complejidad. Ovación constató ayer que “desde hacía tiempo veníamos hablando con Sporting. Se le hizo un seguimiento al jugador y optaron por venir a la carga ahora pese a que los mercados están inactivos por la pandemia”.
Sin embargo, los portugueses pusieron el ojo en Pereyra porque formaba parte de un proyecto a pulir en los próximos meses teniendo en cuenta que el plantel está configurado. Por eso se plantó desde el inicio de la negociación un préstamo con cargo. Este formato les cerraba a todos debido a que Central cancelaba así una deuda que mantiene con Sporting por el préstamo de Teo Gutiérrez (130 mil euros) y a la vez recibía un monto liquido (70 mil euros) para afrontar algunos compromisos en esta época de vacas flacas para la tesorería. Además, el volante tenía la gran chance de mostrarse en el Viejo Continente sin haberse consolidado en la primera de Central debido a que Cocca no le dio muchas oportunidades.
A eso hay que agregarle que si luego Sporting deseaba hacer uso de la opción por el 80 por ciento de la ficha del mediocampista tenía que abonar en junio de 2021 un millón de euros por el 50 por ciento, mientras que un año después debía depositar dos millones más por el restante 30 por ciento de los derechos económicos.
Todo parecía color de rosa hasta que días atrás comenzaron a verse algunas señales que entorpecían la gestión con el paso de las horas básicamente. Porque el juvenil volante canalla brindaba en cada conexión un argumento que no era favorable a la negociación. Y no porque haya clamado más dinero en su momento con respecto al salario ofrecido. En ese sentido, las partes se acercaron a lo más racional para este momento global, más allá de que de ahora en más se apelará a este tema como eje de conflicto o negación por parte del entrerriano. Tampoco por el año de vínculo temporal que debía asumir.
"Sporting decidió bajarse de la negociación porque tiene otros tiempos. Son cosas que suceden en el fútbol".
La realidad indica que Pereyra no viene teniendo línea directa con quienes corresponde en este crucial momento de su carrera. Si bien se encuentra realizando la cuarentena en la capitalina Santa Fe, también es verdad que mostró algunos gestos pocos interesantes a la hora de acelerar y concretar el acuerdo. Desde Central sólo expresaron anoche “que por ahora el pase se cayó. Joaquín seguía sin responder y eso dilató todo”. Mientras que del entorno del jugador, al menos el oficial, decidió responder de manera diplomática: “Sporting decidió bajarse de la negociación porque tiene otros tiempos. Son cosas que suceden en el fútbol”.
Por más que las principales partes se hayan manifestado mirando la óptica que envuelve a cada uno, lo concreto es que el traspaso no se hizo porque el volante zurdo de 21 años no mostró la debida predisposición que se necesita para resolver una operación en este momento tan excepcional por la pandemia. Incluso, fuentes extraoficiales confirmaron en off que en plena gestión hubo algunos actores que irrumpieron en las charlas expresando tener vínculo con el jugador, algo que tampoco fue visto con seriedad por Sporting de Lisboa, ya que desde un primer momento trató con los verdaderos protagonistas. Esos mismos que están en condiciones legales y oficiales de llevar adelante esta operación por habilitación AFA y Fifa. Por eso es que anteayer desde Portugal tomaron el caso y decidieron ponerle punto a esta tratativa.
Aunque podría ser punto final porque tiene que renegociar varios contratos como a la vez acordar otros de cara al reinicio de los entrenamientos y de la competencia, por lo que la atención dejó de estar en Joaquín Pereyra, quien se bajó solito de esta operación. De hecho, el volante ya no contesta ni los mensajes.