Estalló La Florida. Explotó en la cantidad de gente y en el nivel exhibido en las instancias finales del Panamericano de Tenis de Playa, que quedaron en manos de duplas brasileñas. Baran/Font por el lado de los hombres y Chow/Nogueira en mujeres. En mixtos ganó la pareja Baran/Marchezini, también de Brasil. Como era de esperar la verdeamarelha flameó en lo más alto. No hubo sorpresas. Por la calidad de jugadores que tiene, por los profesionales que son, Brasil volvió a confirmar su hegemonía en este deporte. Venezuela lo siguió muy de cerca y un poquito más atrás Puerto Rico, que terminó su sueño en semifinales. Después, como dijo una integrante del seleccionado argentino “el resto de los mortales estamos muy lejos de alcanzar ese nivel”.
El estadio montado en el corazón del balneario quedó chico y había una razón: nadie quería perderse el desenlace y los protagonistas no defraudaron: Las dos finales fueron de otro planeta, impresionantes, por la emotividad pero sobre todo por el nivel de juego exhibido.
Las primeras en definir la corona fueron las mujeres. Al partido decisivo llegaron dos duplas brasileñas y se impuso la que, quizás, en la previa no era la favorita. Chow/Nogueira se consagraron campeonas luego de vencer a Vita/Marchezini 6/1 y 7/5.
Por el lado de los varones, a diferencia de los que pasó en los últimos Panamericanos donde se enfrentaron duplas de Brasil, en esta oportunidad se metió Venezuela y se pudo ver algo distinto. Como ocurre siempre que un David y un Goliat están frente a frente, el público se inclinó por el más débil que en este caso poco pudo hacer. Baran/Font vencieron a Guedez/Vigon 6/4 y 6/2 y se quedaron con el título.
En mixto, en tanto, Baran/Marchezini le ganaron a Vita/Oliveira 6/3 y 6/4 y se subieron a lo más alto del podio.
Para el deporte argentino y para la ciudad de Rosario en particular, el Panamericano de Tenis de Playa fue un hecho histórico y sin antecedentes, ya que es la primera vez que Argentina es elegida por ITF para recibir esta competencia. Después de cuatro días de competencia, el análisis desde la organización fue altamente positivo. Soledad Oneto, máxima responsable y la cabeza visible de la organización, destacó que “Fueron jornadas intensas, con mucho por hacer y con muchas expectativas puestas en este torneo. Fue mucha auto presión, porque hicimos todas las cosas a pulmón, con mucho corazón..., nos exigimos mucho, más que nada, en los detalles. Tuve la suerte de viajar a muchos Panamericanos y más o menos sabía lo que hay que hacer como jugadora. Entonces como así en su momento aprendí a jugar y luego a enseñar como yo quería que me enseñen hice un Panamericano como a mí me hubiera gustado ir como jugadora”, reveló Oneto quien estuvo abocada a que todo salga a la perfección hasta último momento, controlando hasta el detalle más insignificante.
“En lo personal no soy muy consciente de todo esto, todavía no caí. Los comentarios de todas las delegaciones, sobre todo de los profesionales que no dejan de ser mis pares y hoy me ven desde otro lugar me llena de alegría. Quedaron sorprendidos. No se esperaban que Argentina haga un evento como éste. Estuvo a la altura e incluso en un nivel superior a muchos Panamericanos en Brasil. No lo digo yo, lo dijeron ellos mismos y eso me llena de satisfacción. Todo el esfuerzo de los últimos tres meses se vio reflejado”, destacó Oneto quien confesó que salió mejor de lo que esperaba.
En paralelo, se llevó adelante la 9ª etapa del Circuito Nacional que contó con la presencia de jugadores y jugadoras de todo el país en las modalidades masculina, femenina y mixta de las categorías A, B Y C.
El Panamericano de Tenis de Playa bajó el telón y lo hizo superando todas las expectativas en un torneo que por primera vez se hacía en la Argentina. Las mejores figuras del beach tennis pasaron por la arena de La Florida y verlos en vivo y en directo fue algo que no tiene precio.