Finalmente, la final de la Copa Libertadores entre River y Flamengo no se jugará en Santiago de Chile, tal como estaba previsto, debido a la convulsión política y social que atraviesa el país trasandino.
Finalmente, la final de la Copa Libertadores entre River y Flamengo no se jugará en Santiago de Chile, tal como estaba previsto, debido a la convulsión política y social que atraviesa el país trasandino.
Todavía no está decidido cuál será la nueva sede de la final y tampoco la fecha, que en principio estaba programada para el próximo sábado 23. En horas de la tarde se encontraban reunidos dirigentes de la Conmebol y representantes de ambos equipos para llegar a un acuerdo y realizar el anuncio.
Según trascendió, estaría acordado que la final se juegue en Sudamérica luego de descartar la posibilidad de llevarla a Miami. Entre las opciones que se barajan están Lima (Perú), Asunción (Paraguay), Montevideo (Uruguay) y Bogotá (Colombia), aunque la dirigencia de River habría propuesto que se juegue en Medellín.
Lo cierto es que por el momento no hay definiciones ni anuncios oficiales.
En los últimos días eran avrias las voces que reclamaban que la final de la Copa no se jugara en Santiago, que ya atraviesa más de dos semanas de protestas, marchas multitudinarias, paros y situaciones de violencia callejera. Incluso ya había una convocatoria que se inició por WhatsApp a una marcha para el sábado 23 en el estadio Nacional bajo los lemas "#NoHayCopa" y "No permitiremos normalizar el descontento".
Por Alvaro Torriglia y Sandra Cicaré