El tono de su voz habla por sí mismo. Cuando dice que "no hay que volverse
locos" hay que creerle que ese sentimiento de serenidad gobierna su legión interior. Justo él,
Jesús, transmite fe en un momento difícil. No le esquiva a esa calificación, pero prefiere
abordarlo sin histerias para encontrarle la vuelta. Méndez trajina mucho más dentro de la cancha de
lo que su discurso indica, pero es igual de firme. "Sabemos que el momento es díficil pero vamos a
salir del descenso y la promoción", se aventura con optimismo.
Pese a que los ánimos no son los mejores, Jesús Méndez
transmitió tranquilidad en el soleado mediodía de Palos Verdes. Dijo que hay que preocuparse, pero
lo justo y necesario. Que el domingo hay que jugar bien ante un gran rival y, como lo hizo el
lunes, volvió a defender con mucho énfasis la gestión de Leonardo Madelón (ver aparte).
—¿Cómo se califica este momento de Central: mal, muy
mal, no es para tanto?
—No sé si mal. Los resultados no se dieron pero no
hay que volverse locos. Debemos preocuparnos, pero lo normal. Hay que seguir adelante y no tenemos
que caernos porque así es el fútbol. No se puede tirar por la borda todo lo que hicimos antes del
clásico y continuar esta lucha que va a ser hasta el final.
—Decís que no hay que volverse locos, ¿cuál es la
receta después de perder el clásico en la situación que está Central y de no haberse podido
levantar en la fecha siguiente?
—A nadie le gusta perder y debemos estar fuertes lo
más pronto posible. Además, tenemos rápido la revancha ante River, que es un gran equipo, y si Dios
quiere empezaremos a despegar.
—En ese sentido, ¿viene bien que el rival sea el
puntero, por el golpe anímico que daría una victoria?
—Eso es lo ideal. River viene bien y sabe lo que
hace. Y nosotros tenemos que mejorar las cosas malas de estos dos partidos que hicimos.
—¿Cómo se hace para ganarle a este River que viene
tan sólido y con una defensa inexpugnable?
—Estando bien en lo anímico y concentrados siempre.
Ellos tienen jugadores desequilibrantes en todo momento, hay que estar atentos y aprovechar las
oportunidades que se presenten. Hay que tratar de jugar un buen fútbol pero, si no se puede correr
y meter mucho.
—La sensación es que te sentís más cómodo jugando
adentro del mediocampo que afuera.
—Todos saben que siempre jugué de doble cinco,
ofensivo o defensivo. Jugando por afuera no soy un volante de ida y vuelta, pero lo hago sin
problemas porque hay situaciones que requieren que te adaptés a lo que te pide el partido.
—Si jugás de doble 5 uno imagina que Buonanotte sería
tu presa.
—Puede ser, pero pese a que como dije, River es un
gran equipo, yo pienso en que Central haga las cosas bien. Eso es lo más importante.
—¿Te fuiste con bronca con los dos remates que te
sacó Orión y que eran el empate?
—Sí. El arquero de San Lorenzo se sacó todo.
Intentamos de todas formas, jugando por abajo o pateando desde afuera como lo hice yo, pero no se
dio.
—¿Ante River no se podrá salir a la cancha como en
los primeros minutos ante San Lorenzo sino más bien con la actitud posterior al gol de Borzani?
—Pasan esas cosas de jugar distinto en un mismo
partido. Pero hay que estar tranquilos porque hay un muy buen material y saldremos de esto.
—Confiás en que eludirán el descenso. ¿Es por la fe
que irradia tu nombre?
—No, para nada (risas). Sabemos que es difícil, pero no sólo yo confío en
que nos libraremos del descenso y la promoción, sino todo el plantel y todo el cuerpo técnico.
Central es un grande. l