De ida y vuelta, sin respiros y sin dar tregua. Intenso, pese al calor reinante. Rosario y Buenos Aires regalaron un verdadero partidazo, que si bien lo ganó la visita por 38-33 pudo ser para cualquiera. De hecho el marcador abierto hasta el final puso en vilo a la mayoría de los asistentes a la Bombonera mens sana, escenario del partido válido por la segunda fecha del Campeonato Argentino.
La pequeña diferencia en un partido tremendo estuvo en la eficiencia de uno y otro. El conjunto conducido por Francisco Gradín, Ramiro Varela, Alfredo Cordone y Lucas Piña estuvo un poco más efectivo y sólo por eso se llevó el triunfo. Las Aguilas se cerraron mejor en defensa y a la hora de atacar, cuando merodeó las 25, siempre se volvió con puntos, sacando el mayor rédito posible a las oportunidades que tuvo. Ahí estuvieron las claves de un partido que fue golpe a golpe.
Buenos Aires entró en sintonía más rápido que Rosario, por eso asumió el protagonismo en el arranque y empezó a sumar con el try de Jerónimo Ureta cuando apenas se habían disputados un par de minutos. Un intercambio de penales fue alterando el marcador pero las Aguilas insinuaban un poco más y lo ratificaron, vaya paradoja, en el try del rosarino Martín Elías, con el que se escapaban en el marcador (18-3).
A partir de ahí el equipo del Ñandú empezó a tener más presencia y aprovechando las amarillas de Cotella y Urtubey se empezaron a arrimar, primero con un nuevo penal de Araujo y luego con un try de Castiglioni a pocos minutos del final del primer tiempo. No obstante la última palabra la tuvo Gutiérrez Taboada, quien le bajó el telón al parcial y estampó el 21-13.
En el complemento el partido siguió con la misma tónica, siendo de hacha y tiza, parejo y muy entretenido.
Buenos Aires pegó de entrada con el try de Mensa, pero inmediatamente Rodrigo Santiago devolvió la gentileza. La disputa de la pelota no bajó los decibeles como así tampoco la intención de jugar, de abrir lo máximo posible la cancha. Así ambos equipos se prodigaron al máximo y en ese contexto fue Buenos Aires quien aprovechó mejor las oportunidades que tuvo con los tries de Jerónimo Ureta y Francisco Ferronato.
Parecía que con esas conquistas todo estaba definido pero no, Rosario volvió a reaccionar. Con un nuevo try de Rodrigo Santiago y otro penal de Santiago Araujo puso a su rival contra las cuerdas y casi le quita el gorro al multicampeón, pero chocó con una férrea y prolija defensa que dio por tierra los intentos hasta el pitazo final.