La situación de Víctor Salazar está en pleno proceso de análisis en la dirigencia de Rosario Central. Hay un convencimiento claro sobre la decisión de no vender jugadores al mercado local, pero hay varias cuestiones que entrarán a tallar en esta cuestión. La opinión de Eduardo Coudet seguramente será una de ellas. Porque de lo que diga el técnico canalla dependerá de si se aborta por completo la oferta de River o si la misma cuenta con un mínimo de chance de ser analizada. Claro que la opinión del Chacho no estará sustentada en la presencia o ausencia del tucumano, a quien considera indispensable, sino en los nombres que desde Núñez pusieron como posibles refuerzos para el equipo de Arroyito. Está el antecedente de lo que fue el ofrecimiento por Walter Montoya, pero en esta ocasión están esos nombres de por medio, además de que la cifra es, aunque por poco, un tanto más elevada.
El interés de River por Salazar no es nuevo. Desde hace un tiempo importante que se sabe que Marcelo Gallardo estaba detrás de los pasos del tucumano y también de Montoya. Es más, con el volante hasta hubo ya un llamado de parte del mismísimo entrenador millonario. Pero ahora lo que cuenta es el escenario que se planteó con Salazar. Por la firmeza del interés, amén de que Montoya aún interesa. El ofrecimiento que partió desde Núñez ronda los tres millones de dólares (por Montoya habían ofrecido 2,8 millones). Y en el medio aparecen algunos jugadores que ingresarían en la negociación. Son los casos de Camilo Mayada, Claudio Martínez y Nicolás Bertolo. De esos hay al menos dos que en su momento le interesaron a Coudet.
De allí la consulta que se le hará al entrenador para que analice y determine si la llegada de algunos de esos futbolistas le permitirá a su equipo dar un salto de calidad desde lo deportivo. El Chacho desde los próximos días estará en Arroyo Seco (el martes el plantel canalla inicia la pretemporada) y el contacto con el DT obviamente será mucho más fluido que hasta aquí.
Trascendió que de algunos de esos jugadores de River se ofrece una sesión a préstamo y que por otros se entregaría el pase directamente. Eso también puede modificar el enfoque que le puedan dar desde Arroyito. Pero, se insiste, siempre y cuando el Chacho crea que es viable darle pista a la negociación. Es que la postura dirigencial, según cuentan, es firme en el sentido de que no hay ningún tipo de intención de vender jugadores al mercado local.
Para que ello ocurra la oferta económica debería ser más que importante, que mueva las estanterías canallas con el dinero que pueda llegar a ingresar, siempre y cuando la forma de pago, además del monto, convenza.
Hoy lo que se piensa en la sede de calle Mitre es no desprenderse de ningún futbolista para que el mismo recale en el mercado interno. Es que consideran a Boca y River (además del resto) como competidores directos. En esto juega a favor la venta que ya fue realizada de Franco Cervi a Benfica de Portugal y la que se hizo también (aún no fue oficializada por parte del club) con Giovani lo Celso a Paris Saint Germain. De todas formas se sabe que en el fútbol lo que a la mañana es blanco, a la noche puede ser negro.
De todas formas, hoy no hay intenciones de desprenderse de Salazar. Así como en su momento se desechó la oferta que River hizo por Montoya, la idea es caminar sobre esos mismos pasos con el tucumano. Y para que haya un vuelco sobre esta forma de pensar deberían pasar varias cosas. Una de ellas es que desde Núñez realicen una oferta superadora desde lo económico o bien que Coudet entienda que, por más que se vaya una de las mayores promesas del equipo, la llegada de uno o más jugadores del actual plantel de River le permitirá al Canalla dar un salto cualitativo. Mientras, desde la dirigencia se mantienen firmes en la postura de, al menos por ahora, no vender.