No es casualidad que el River de Gallardo esté en la cima de la tabla desde hace tantas fechas. Esta vez ni lo preocupó que antes de iniciar el juego en La Plata el escolta lo había alcanzado. Dependía de ellos volver a tomar la distancia de tres puntos y con la contundencia ofensiva que tiene como costumbre le ganó 2-0 a Estudiantes. Así, quedó todo igual. Claro, con una fecha menos por jugarse, más cerca de acariciar ese título que tanto buscan los hinchas, jugadores y, en especial, el Muñeco Gallardo para completar la vitrina. La diferencia inicial estuvo en la contundencia. A los 21’ Rafael Santos Borré le pegó con tres dedos a una pelota en el área que entró como pidiendo permiso sin que un defensor pincha pudiera sacarla antes. En la jugada anterior, desde afuera del área el pibe Nahuel Estévez le había sacado chispas al ángulo izquierdo del arco de Armani. No entró en un arco, sí en el otro, como pasa cuando juega un equipo ganador como River. En el complemento llegó el segundo de Matías Suárez y ya los tres puntos no se le escaparon.