La muerte de Diego Maradona atravesó todas las sensaciones. Y todos los rincones. Así por ejemplo en La Bombonera, ese mítico estadio que vibró en innumerables ocasiones con su jugador emblema Diego Armando Maradona en la cancha, en el amanecer de los '80 y en su regreso entre 1995 y 1997, el estadio de Argentinos Juniors, donde debutó en primera, y el de Gimnasia, donde dirigió por última vez, resultaron hoy testigos silenciosos de los simpatizantes que se acercaron a llorar al astro. Las imágenes también se replicaron en el Obelisco.
Apenas conocida la muerte, poco después de las 13, muchos hinchas se acercaron a las puertas de los estadios para sentir desde cerca el dolor por la muerte del ídolo, en una especie de duelo más que necesario. Todo en silencio.
De a poco se fue acercando más gente, con la mirada triste y la incredulidad ante la muerte impactante.
Por eso quedan sólo imágenes: velas, fotos y flores en los accesos a los estadios y algunos mensajes en cartulina, como el que reza “Buen viaje D10S, gracias eternamente, siempre en nuestra vida, te amo Diego”; o ese otro que dice “Eternamente gracias Diego, vivís en nuestros corazones”.
Lejos de ahí, pero cerca en sentimiento, miles de hinchas se juntaron este miércoles en el estadio de Argentinos Juniors, en el barrio porteño de La Paternal, donde el astro dio los primeros pasos de su carrera.
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“Ole, ole, ole, ola, ola, el Diego es del barrio, del barrio Paternal”, sonó con potencia sobre la calle Boyacá, entre muchas camisetas del Bicho, de la selección argentina y también de Independiente, Boca, River, Racing y Huracán.
Todos los hinchas, sin distinción de los colores y bajo un absoluto respeto, se acercaron en silencio, con miradas que mostraban ojos enrojecidos por la repentina muerte de su ídolo. Los barbijos, tan importantes para protegerse del contagio del coronavirus, no disimularon el dolor en el contacto visual de los fanáticos.
También los hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata, el club que tenía a Diego como entrenador, se acercaron al estadio “Juan Carmelo Zerillo” apenas se conoció la noticia del deceso del astro, por lo que la dirigencia decidió abrir las puertas de la cancha para que sus seguidores pudieran expresar sus sentimientos.
Banderas, pancartas, velas encendidas, cánticos y muchas lágrimas fueron el común denominador de la expresión de los hinchas del “Lobo”, que desde septiembre del año habían tomado a Diego como propio.
“Siempre lo quisimos, pero desde que lo vimos vistiendo nuestros colores y gritar `dale Lobo`, como cualquiera de nosotros, lo amamos para siempre”, contó un hincha llamado Javier, quien no pudo contener sus lágrimas.
“Diego siempre fue el pueblo y Gimnasia es el pueblo. Por eso nos juramos amor eterno. Fue muy fuerte tenerlo con nosotros, ver el cariño que le dieron en todos lados y a él besando nuestro escudo”, dijo Pablo, otro hincha.