Buenos Aires.- Gari Kasparov, para muchos el más grande ajedrecista de la
historia, está nuevamente en la Argentina, esta vez en el marco de las celebraciones del
Bicentenario pero también para hacer campaña a favor del su otrora "enemigo" número 1 en los
trebejos y la política, Anatoly Karpov, a quien apoya para que comande la Federación Internacional
de Ajedrez (Fide).
Al igual que Karpov, que hace un mes visitó la Argentina, Kasparov, conocido como el
“genio de Bakú”, elogió la historia del ajedrez en Argentina pero puntualmente hizo
lobby para evitar que la Federación nacional quede “lesionada” ante un apoyo a la que
considera una “fraudulenta” postulación del actual titular de la Fide, Kirsán
Illiumshov.
“Con Karpov mantuvimos una fuerte rivalidad pero ahora trabajamos juntos para el ajedrez
mundial”, dijo Kasparov, campeón mundial más joven en 1985 cuando a los 18 años bajó de la
cúspide a quien hoy apoya para guiar los destinos del ajedrez.
Mantuvo el título diez años y casi veinte fue el puntero en el ranking ELO.
Fue un pionero en quebrar con la Fide cuando armó su una asociación propia paralela a la entidad
madre con lo cual desvirtuó los campeonatos del mundo.
Pese a ser distintos en toda forma de ser, Kasparov revolucionario, Karpov ultraconservador,
durante años distanciados ampliamente en política, todo cambió cuando el 14 de abril de 2007, con
Kasparov retirado como ajedrecista y metido de lleno en la política de oposición al hoy premier y
hombre fuerte de Rusia Vladimir Putin, fue detenido por encabezar una manifestación en Moscú.
Allí Kasparov recibió el apoyo de Karpov y se allanó el camino a una afinidad impensada durante
los últimos veinte años.
Siguiendo el camino de Tolia, Kasparov llegó a hacer lobby a la Argentina.
Acompañado por el secretario de Deportes de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Rodríguez,
Kasparov dio una conferencia en el piso 19 del Edificio del Banco Provincia, en capital, donde
tiene la sede la dependencia deportiva.
“Estoy contento con mi vida y con todo lo que hago ahora”, dijo, en la parte más
distendida de la charla en donde también comprometió la ayuda a la Argentina a través de un
programa de estímulo a las regiones para el surgimiento del ajedrez, una vez que desarrollen en la
Federación Internacional, la presidencia pretendida por su predecesor Karpov.
“Ya tenemos sponsors que en un comienzo financiarían la actividad de la federaciones
locales, y ayudarían a los jugadores promisorios a competir en las grandes plazas”, comentó,
reiterando un habitual impedimento de los jugadores locales.
A tono con el visitante y en crítica a la conducción local del ajedrez, Rodríguez dijo también
estar convencido de que “a nivel nacional, el área de deportes conserva la misma actitud de
respaldo a una renovación de la conducción del ajedrez de la federación nacional. Todo lo bueno fue
anterior a la actual gestión” argumentó, contundente.
Kasparov elogió a don Miguel Najdorf, casi el gestor del ajedrez en la Argentina y uno de los
más consultados por los más expertos en el deporte, y también resaltó la historia que tiene el país
en el deporte de los trebejos.
Kasparov destacó también los “grandes equipos” argentinos en las olimpíadas de
ajedrez y apuntó en ello también a Illiumshov, al que acusó de “inoperante durante quince
años” por no poder conseguir que ese deporte ingrese como competencia en los Juegos
Olímpicos.
(DyN)