Hoy es el Día del Entrenador de Básquetbol. Una fecha vinculada a la fundación de la asociación de técnicos de la Argentina, que fue el 22 de abril de 1973. Y por esas causalidades del destino también un 22 de abril, pero de 1998, fallecía Leon Najnudel, creador de la base de sustentación del pujante desarrollo que alcanzó este deporte en el país. En el que hubo y hay grandes conductores, pero también jóvenes destacados. Como Mariano Junco, quien desde Rosario hizo camino al dirigir. Desde Atalaya y proyectándose como integrante del equipo técnico de las selecciones argentinas femeninas.
"Es el Día del Entrenador más difícil que nos ha tocado vivir, porque la pandemia impuso esta cuarentena que ya empieza a incidir no sólo por la imposibilidad de trabajar sino porque ya pone en riesgo el aspecto económico. Los técnicos en su mayoría somos monotributistas, por ende muchos estamos en casa con una economía de guerra", asegura Junco en la apertura de la charla con La Capital apenas escucha el motivo de la entrevista.
- ¿La posibilidad del contacto virtual lejos está de ofrecer una solución?
- Es que ahora estamos ya con el problema del exceso de información, porque durante las primeras tres semanas nos encontrábamos virtualmente en cada charla magistral que ofrecían los entrenadores más importantes desde diferentes lugares del mundo, pero ya ahora se nos hace indispensable poder aplicar en un ensayo todo lo incorporado. No nos olvidemos que el deporte necesita indefectiblemente de la competencia. Con los jugadores nos reunimos mediante las aplicaciones tecnológicas, pero las charlas giran más en torno a una cuestión de compañerismo que del deporte en sí, ya que ellos individualmente cumplen con la rutina que les indica la preparación física.
- ¿Esta pandemia es evidente que dejó en la superficie cierta precariedad laboral del técnico de básquet?
- Sí, claro, porque el vínculo es un contrato y la mayoría somos monotributistas, difícilmente un técnico sea personal permanente. Pero acá también vale una aclaración, porque en nuestro país el básquetbol, como la mayoría de los deportes, se desarrollan por la existencia de los clubes. Sin ellos nada sería posible en la Argentina, y es lógico que los clubes no puedan afrontar el costo laboral. Por todo esto es que uno empieza a replantearse si es conveniente seguir trabajando full time para una misma entidad.
- El básquetbol argentino tiene valiosos referentes en conducción técnica. Rubén Magnano, Julio Lamas, Sergio Hernández, entre otros. ¿De todos se adquiere un aprendizaje?
- Para un entrenador de básquet no hay nada mejor que otro entrenador de básquet . Y sin dudas que de todos se aprende. Tenemos una gran escuela de entrenadores profesionales como así las asociaciones. El quid de la cuestión en este momento es que lamentablemente carecemos del aspecto fáctico por esta pandemia.
- Está claro que este día remite a manera de tributo a León Najnudel.
- Sin dudas. León fue el mentor de la profesionalización, de la Liga Nacional, de la competencia tan necesaria para crecer, porque la Argentina tiene torneos de diferentes niveles a lo largo y ancho del país, en los que reitero es determinante la existencia de los clubes. Y gracias a toda esa estructura pudimos insertarnos, porque en mi caso es mi octavo año en el que trabajo y vive del básquetbol.
- ¿Hay un estilo argentino en el básquetbol?
- La confederación hace unos años configuró un manual, pero está claro que aún queda tiempo para seguir desarrollando, y mucho depende de los jugadores, y ahí me animaría a decir que todavía no tenemos un biotipo definido. Por supuesto que los entrenadores tienen sus métodos de trabajo y esto es de cada uno, el que se forja con lo propio y con lo que se puede incorporar de otros.
- En tu caso sos un joven con experiencia, ya que venís de integrar el grupo técnico del seleccionado argentino femenino y masculino. ¿Es diferente lo que se capitaliza en ese nivel?
- Te aporta más conocimiento y moldea un conocimiento integral. Son partes que uno va incorporando para ese método que uno ya tiene ensamblado.
- ¿Se extraña Atalaya en tiempo de aislamiento?
- Por supuesto, se extraña el club, se extraña la gente, los jugadores, la competencia. Se extraña el básquetbol.
- ¿Viste los primeros dos capítulos del documental de Jordan?
- Obviamente, y es fantástico, porque te traslada en el tiempo a tu infancia, a tu propia historia paralela mientras se miraba la NBA de aquella época, en la que Chicago Bulls se nos convirtió en un team de referencia.
- Bueno, pese a todo feliz día.
_ Gracias, seguramente el próximo será diferente y nos encontrará haciendo lo que nos gusta: estar jugando básquetbol.