La ansiedad apura los tiempos, fagocita la tolerancia y distorsiona la realidad. Ese apuro por alcanzar un objetivo provoca en muchos canallas la dificultad de dimensionar un presente forjado desde una muy buena campaña, la que bien se puede mensurar con un dato contundente: de los últimos 21 partidos Central ganó 16, empató cuatro y perdió sólo uno. Una cosecha tan importante como decisiva, la que le permitirá llegar al ascenso sin apremios con el devenir de los puntos por jugar.
Y mucho se especuló con conseguir el regreso a primera división el fin de semana pasado, a pesar de que no dependía de su propio mérito sino de tropiezos ajenos, y así el triunfo de Sarmiento postergó el anhelo e incrementó la impaciencia. Matizada con algo de temor, el que parió la frustración de la temporada anterior y que genera la inusitada precipitación por conquistar lo antes posible el regreso auriazul a la máxima divisional. El que ahora los centralistas pugnan por plasmar en Jujuy. Y esta vez sí llegar depende de Central, porque lo hará si gana. Aunque las estadísticas se empecinen en mostrar ambivalencias. Porque por un lado señalan que de las 17 excursiones canallas a San Salvador sólo tres terminaron en victoria. Pero por otro indican que de esos tres viajes triunfales, dos fueron con Miguel Russo como conductor, quien cosechó todos los puntos en suelo norteño.
Dentro de cinco días Rosario Central se va a jugar ante Gimnasia en Jujuy la segunda posibilidad real (la primera fue en San Juan ante San Martín en el partido de vuelta de la promoción) de volver a primera tras tres temporadas. Sólo la sumatoria de los tres puntos le garantizará un regreso de primera a Rosario. Una igualdad o derrota dilatará la concreción hasta el lunes, día que juega Sarmiento, o hasta el encuentro con Aldosivi de Mar del Plata en el Gigante de Arroyito ya por la fecha 35.
Sin dudas que las 13 unidades que Central le lleva a Sarmiento (cuarto) cuando restan por disputar 15 son el soporte que construyó con una gran campaña, la que incluso tuvo un momento muy complicado, en el principio del torneo, cuando sobre 15 puntos sólo había sumado tres y que jaqueaba la continuidad de Russo. Pero hoy, hasta repitiendo ese tan difícil trance, le alcanza para cruzar la meta y ascender.
Con relación a las dos ocasiones en las que Russo dirigió a Central en Jujuy y en las que regresó victorioso, la primera vez data de la última fecha del Apertura 1997. Fue el 21 de diciembre de 1997, en donde Central se impuso por 3 a 2 con dos goles del Polilla Da Silva y uno de Eduardo Coudet. Aquella tarde los canallas salieron a la cancha con Gastón Sessa; Gonzalo Gaitán, Horacio Carbonari, Germán Gerbaudo y Germán Rivarola; Eduardo Coudet, Maximiliano Cuberas y Juan Pablo Rochi (57’ José Guerrero); Marcelo Carracedo (88’ Gabriel Loeschbor); Rafael Maceratesi (79’ Eduardo Bustos Montoya) y Rubén Da Silva.
El segundo se produjo el 2 de mayo de 2009 cuando Central ganó 1 a 0 con gol de Ezequiel González de tiro libre, en la fecha 12 del Clausura 2009. Ese día los canallas formaron con Jorge Broun; Alexis Danelón (87’ Matías Escobar), Guillermo Burdisso, Walter Ribonetto y Pablo Lima; Iván Moreno y Fabianesi, Leonardo Borzani y Cristian González; Ezequiel González; Emilio Zelaya (69’ José Vizcarra) y Milton Caraglio (84’ Jesús Méndez).
Es remanido el dicho que no hay 2 sin 3, pero mientras la ansiedad carcome a los canallas que ansían volver lo antes posible, lo cierto es que el ascenso será la resultante de una campaña que Central sigue forjando partido tras partido.