Volver a las raíces. Esa podría ser la frase para iniciar el nuevo capítulo en la vida futbolística de Iván Borghello, el ex goleador de Newell's que hoy retornó a Paraná, su tierra natal en la provincia de Entre Ríos. Y con el fin de ponerse por primera vez en su vida la camiseta de Atlético Paraná, un club que fue escalando posiciones dentro del fútbol hasta llegar a este presente en la Primera B Nacional. "Es una nueva experiencia y por primera vez en mi vida profesional voy a jugar en un club de mi ciudad", contó el Memo sobre este desafío cargado de obligaciones pero sin las intensas presiones que tuvo que soportar durante largos años. Por supuesto que hay que aportar "toda la profesionalidad" con el fin de dar todo para que la entidad pueda permanecer en la categoría por muchos años.
A Borghello se lo escucha entusiasmado. Feliz con esta chance de vivir una experiencia "más pulmonar, terrenal, cercana al amateurismo en ciertas cosas", como dijo para pintar con palabras esta nueva vida futbolística que está transitando. ¿Cómo llegó a Atlético? No es la entidad que lo tuvo correteando alguna cancha detrás de la pelota cuando era purrete, si no otra que en realidad era rival. "Yo jugaba en Los Toritos de Chiclana, pero este club es uno de la ciudad como cualquiera de barrio y con cierta historia. Mi abuelo era de Atlético Paraná y nos contaba lo que eran los años 70 jugando torneos regionales. Cuando estaba volviendo de Bolivia surgió la chance y como quería estar cerca de mi familia, mis viejos, mis hermanos y que mis hijos estuvieran en mi ciudad acepté el desafío", relató. "Me fui a los 13 años a Newell's. Ahora tomamos una decisión de vida de instalarnos en Paraná un tiempo. Por primera vez en mi vida profesional puedo vestir la camiseta de un club de mi ciudad. También era raro por la nueva experiencia, pero me llamó el presidente del club y nos embarcamos en esta nueva aventura".
—Es más por pasión y ganar que seguramente por dinero.
—Soy jugador profesional, pero lo hago un poco más por gusto. No por índole económica, era por estar en mi ciudad y en un proyecto futbolístico como este, que se mantenga en la categoría y apoyar. Aportar mi granito de arena a la ciudad que me dio la chance de ser jugador. Lo hice en todas las canchas de Paraná y es la primera vez que lo hago a nivel profesional representándola.
—¿Lo tomás como una experiencia para luego intentar volver a primera?
—Tengo 33 años y mantengo las ganas de seguir jugando. Lo tomo con el mayor profesionalismo. El nivel es el mismo y el compromiso también. El fútbol mismo te va marcando para qué estás. Es un aprendizaje para ir creciendo de alguna manera, conocer nuevos mundos y abrir un camino para lo que venga después. El futuro no se sabe, si el equipo realiza un buen torneo te hace tomar otras decisiones. Para mí es una experiencia deportiva. Ojalá que las cosas salgan bien, si ocurre eso seguramente seguiré jugando. No lo tomo como el año de mi retiro. Tengo ganas de que en seis meses o un año pueda dejar alguna marca.
—¿Qué cosas diferentes vivís, viste o notaste de lo que estabas acostumbrado en otros lugares?
—Hay chicos que vienen jugando desde la liga amateur, el torneo regional, los Argentino C, B y A. Muchos de ellos trabajaban, ahora se abocan un poco más y ganan algo de dinero. El club ascendió tres o cuatro categorías en menos de tres años, es un club semiprofesional. Tiene muchas condiciones, que las irá mejorando con el tiempo. Se encontró de la liga local a jugar a nivel profesional en sólo cinco años. Es como un equipo nuevo. Nos falta mejorar condiciones de trabajo, no hay un predio deportivo, pero todas las cosas se hacen a pulmón, los dirigentes trabajan, pintan y levantan paredes. Es más familiar. Los jugadores ayudan. Y yo estoy muy contento con la oportunidad que me dieron y voy a ayudar.
—¿Las presiones que tuviste en otras entidades ahí no existen?
—Sí. Tuve la chance de jugar en Newell's, donde tenés todas las condiciones laborales y hay que ganar y sacar resultados. Y también pasa eso acá, pero en otro nivel. Es un poco más todo a pulmón, más terrenal, más parecido al amateurismo en determinadas cosas. Algunas condiciones no son las mismas, pero todo se hace con esfuerzo. Hay que adaptarse y sumar. Yo pude hacer una carrera en clubes importantes, pero hay otros jugadores que se sacrifican mucho y no tienen la chance de conocer otras realidades. Por eso hay que entender que fui un bendecido.
—¿Cómo fue el recibimiento que tuviste?
—Me tocó encontrarme con chicos a los que enfrenté en inferiores, compañeros a los que les perdí el rastro, otros que vienen del Nacional B. Todos son muy respetuosos. Yo también lo soy. Por más que uno haya tenido una carrera profesional eso no indica que sos superior, somos todos iguales. Estoy muy a gusto.
El debut del Memo fue perfecto
Ingresó en el complemento cuando la gente lo pedía y con sólo 14 minutos en cancha marcó un gol para el triunfo por 2 a 0 frente a Los Andes. "Entré en el segundo tiempo y el cariño que recibí fue hermoso. Siento que tengo un nivel de responsabilidad importante y espero poder devolver esa gratitud", confesó.