Alemania e Italia ofrecen en Varsovia un verdadero clásico del fútbol mundial con la final de la Eurocopa de Polonia y Ucrania como premio.
Alemania e Italia ofrecen en Varsovia un verdadero clásico del fútbol mundial con la final de la Eurocopa de Polonia y Ucrania como premio.
El balance es claramente favorable a los italianos, que ganaron 14 veces y sólo perdieron siete. Nunca, en las siete veces que se enfrentaron, pudo Alemania ganar en un gran torneo a los “azzurri”.
Contra ese “maleficio” deberá luchar mañana el conjunto germano, tres veces campeón europeo, si quiere pelear por el título por segunda vez consecutiva tras perder hace cuatro años con España.
El seleccionador alemán, Joachim Löw, era segundo de Jürgen Klinsmann cuando las dos selecciones se enfrentaron por última vez, en las semifinales del Mundial de Alemania 2006. En aquella ocasión, Italia se impuso 2-0 en la prórroga y truncó las ilusiones del anfitrión.
“No hay venganzas en el fútbol. Se acabó. No podemos hacerlo otra vez. El pasado no significa nada para nosotros”, dijo Löw.
Enfrente tendrá a otro entrenador dispuesto a cambiar la faz del fútbol de su país, Cesare Prandelli, cuyo equipo desterró el “catenaccio” para mostrar flexibilidad y creatividad táctica.
Alemania lleva 15 partidos seguidos de competición ganando, pero la historia juega en favor de Italia. Un clásico que bien podría ser una final.
Por Mila Kobryn