Inglaterra le ganó por 6 a 0 a Bulgaria como visitante por el Grupo A de las Eliminatorias para la Eurocopa del año que viene, aunque una vez más, el resultado terminó pasando a un segundo plano.
Inglaterra le ganó por 6 a 0 a Bulgaria como visitante por el Grupo A de las Eliminatorias para la Eurocopa del año que viene, aunque una vez más, el resultado terminó pasando a un segundo plano.
El encuentro, llevado a cabo en el estadio Vasil Levski de la capital búlgara, se vio interrumpido en dos ocasiones en el primer tiempo por cantos racistas, insultos y hasta gritos de "mono" de los hinchas locales hacia algunos jugadores ingleses.
El árbitro croata Ivan Bebek detuvo el encuentro ya que, pese a que la voz del estadio pedía que cesaran los cantos, los mismos duraron varios minutos. Tras una charla con los capitanes y los entrenadores de ambos conjuntos se decidió continuar, aunque la persistencia de los agravios casi hace suspender el partido.
Lo más llamativo de esto es que el mismo estadio ya tenía una parte suspendida debido a episodios similares en los duelos ante Kosovo y República Checa.