Domingo 15 de Septiembre de 2019
Numerosos hinchas de Rosario Central que habían pagado su entrada para ver el clásico entre canallas y leprosos y se quedaron sin poder ver el partido debido a que se colmó la capacidad del estadio se cruzaron con las fuerzas policiales y reclamaron poder ingresar.
A las 15, se dispuso el cierre de las puertas del Gigante al colmarse la capacidad del estadio, lo que provocó que algunos hinchas que habían abonado su entrada y llegaron sobre el filo del cotejo, se quedaran afuera.
Los ánimos se fueron caldeando y la situación se desbordó. Los hinchas corrían de una puerta a otra para ver por dónde podían ingresar y la policía comenzó a intervenir tratando de dispersar a los enardecidos socios.
Hubo corridas, golpes y una situación que no estaba en los cálculos de nadie. La policía reforzó la seguridad, más cuando se comprobó que varios de esos hinchas habían sobrepasado los vallados e ingresaron al Gigante.
"Estoy indignado, pagué 400 mangos la platea y nos dicen que la capacidad del estadio está completa. Incluso la policía nos reprime con los caballos y los perros", dijo un simpatizante indignado ante las cámaras de televisión.
Los hinchas que habían pagado su entrada se fueron agolpando frente a la puerta de prensa y algunos comenzaron a patear el portón y fueron disuadidos por personal policial.
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"Esto es una locura, no puedo creer que haya pagado y que nos dejen afuera", se quejó una socia muy indignada.
Por su parte, el presidente de Central, Rodolfo Di Pollina expresó: "Lamentamos muchísimo que haya habido hinchas que pagaron su entrada y no pudieron ingresar, seguramente el club pedirá disculpas. Pero no tenemos detalles de cómo se desarrolló el operativo de seguridad.
