La novena fecha de la Superliga finalizó ayer con tres encuentros. Huracán venció a Vélez 1 a 0 y se prendió en el lote de arriba, Gimnasia La Plata superó a Patronato de Paraná 2 a 0 y Olimpo de Bahía Blanca empató 1 a 1 con Godoy Cruz de Mendoza.
La novena fecha de la Superliga finalizó ayer con tres encuentros. Huracán venció a Vélez 1 a 0 y se prendió en el lote de arriba, Gimnasia La Plata superó a Patronato de Paraná 2 a 0 y Olimpo de Bahía Blanca empató 1 a 1 con Godoy Cruz de Mendoza.
Huracán fue efectivo en el primer tiempo y se puso en ventaja con gol de penal de Mauro Bogado (falta de Amor a Pussetto). La segunda mitad fue entretenida, pero ninguno supo facturar en la red.
Mientras, Gimnasia hizo méritos suficientes y venció 2 a 0 a Patronato en La Plata con goles de Nicolás Colazo y Nicolás Mazolla, a los 35 y 50 minutos de juego, respectivamente. Dentro de un primer tiempo parejo, Gimnasia encontró la ventaja con el jugador distinto de la cancha, Brahian Alemán, quien buscó la pelota, se mostró y generó la situación que desniveló el encuentro con una asistencia perfecta y un pase en profundidad para Nicolás Colazo. El ex Boca definió bien ante el arquero Bértoli y puso el 1 a 0. Al comienzo de la segunda etapa, el Lobo logró aumentar la diferencia gracias al tanto convertido por Nicolás Mazzola y liquidó el juego.
En el otro duelo de la jornada de ayer, Olimpo y Godoy Cruz igualaron 1 a 1. Franco Troyansky abrió el marcador para Olimpo a los 30 de la primera mitad e igualó el uruguayo Santiago García a los 16 del segundo tiempo.
Olimpo generó más en el primer tiempo y marcó tras una habilitación de Blanco a Troyansky, quien remató y tras el rebote de Burián no falló. En el complemento salió mejor Godoy Cruz, que llegó al empate con Santiago García y estuvo cerca de conseguir la ventaja pero Gabbarini evitó que Correa convirtiera.
Wanchope duró seis minutos
Wanchope Ábila apenas pudo jugar seis minutos en el duelo entre Huracán y Vélez. El delantero vivía una noche especial, ya que las miradas de Boca lo seguían tras la lesión de Benedetto. Ábila tuvo rápidamente una chance, aunque no la supo aprovechar y en la jugada posterior saltó a buscar una pelota y al caer sintió "que se desprendió algo". El potente delantero intentó seguir pero el dolor se lo impidió y fue reemplazado.