Las Leonas perdieron con Holanda 3 a 2 y quedaron eliminadas en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos en la peor actuación del hockey femenino argentino en dos décadas. Allá lejos en el tiempo, Argentina terminó séptima en Atlanta 96. Después, con el nacimiento de la generación que dio origen a Las Leonas, el equipo albiceleste fue medalla de plata en Sydney 2000 y Londres 2012 y medalla de bronce en Atenas 2004 y Beijing 2008. Pero esta última historia, la brillante, parece haber quedado en el olvido al menos hasta que afloje el tremendo impacto que genera la eliminación de una de las selecciones fetiche del deporte argentino.
Antes de que arranquen los Juegos, Las Leonas eran el ancho de espadas que tenía la delegación argentina. La principal ilusión de medalla de oro era la selección femenina de hockey, incluso por encima de Paula Pareto, que llegaba como campeona del mundo de 2015. Es más hasta se hacía la inevitable referencia a Luciana Aymar: serían los primeros Juegos sin Lucha, que, vaya paradoja, o no tanto, estuvo presente desde Sydney 2000 hasta Londres 2012. Es por eso que hasta podría considerarse una blasfemia ubicar a Las Leonas como candidatas justo después de que la mejor jugadora de todos los tiempos se retirara. Pero el deporte tiene esos caprichos que repelen cualquier explicación y Las Leonas eran grandes candidatas al oro, ni hablar del bronce, casi una penalización para un equipo que siempre está en los primeros planos.
Con Australia en proceso de recambio bastante más lento de lo que ellos preferirían, una final entre Argentina y Holanda era casi cantada. Pero el choque se dio en cuartos de final y con el peor resultado.
Los antecedentes más cercanos ubicaban al equipo dirigido por Gabriel Minadeo como candidato: Las Leonas ganaron el último Champions Trophy y eso las ponía un escalón por encima de las chicas de naranja, las grandes rivales de siempre y derrotadas en esa definición. Pero lejos de la tendencia y las presunciones, Las Leonas provocaron el gran impacto negativo de la delegación argentina, muy por encima del fútbol, que al menos tuvo la excusa, que no es tal pero a algunos les sirvió utilizarla, de la desorganización institucional.
Argentina perdió con Holanda 3 a 2 y se quedó afuera de los Juegos Olímpicos en cuartos de final, la peor performance en dos décadas. Un mazazo tremendo para un grupo que seguramente recibirá el búmeran de las secuelas. Es improbable que las cosas sigan como están después de semejante porrazo.
Más allá de las presiones lógicas de la competencia que históricamente le jugaron en contra a Las Leonas, a las que casi nunca les cayó bien llegar como candidatas a una competencia, quedarse afuera de los Juegos Olímpicos en cuartos de final es un golpe desestabilizador. Pero no sólo por el resultado de anoche, sino por la pésima performance del equipo en la fase de grupos que llevó a la selección a tener que enfrentar al mejor del otro grupo por ser el peor clasificado del suyo.
Argentina perdió con Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia y apenas les ganó a Japón e India. Demasiado poco para una potencia. En realidad, lo mismo que nada.
Y anoche cayó frente a Holanda en un partido de resultado mentiroso porque Holanda fue escandalosamente más que el exiguo 3-2 final.
Las holandesas llegaron a estar 3-0 con meridiana claridad y dos córners cortos les permitieron a Las Leonas maquillar el resultado.
Lo que no pudieron disimular es el flojo desempeño de un equipo que llegó como candidato y jamás estuvo a la altura de las circunstancias.
Ni la lluvia que incomodó en todo el desarrollo podría atenuar semejante impacto.