Con la tranquilidad de que Las Leoncitas dieron todo y con la certeza de que una medalla de plata en un Mundial no es cosa de todos los días, Sofía Villaroya, la única rosarina que participó de la Copa del Mundo Sub 21 de Monchegladbach, Alemania, regresó a la ciudad. En un mano a mano con Ovación, donde no tuvo mesura a la hora de expresar el significado de este subcampeonato, Sofía también se refirió a la final perdida por penales ante Holanda y aseguró: "Creo que si el partido duraba dos minutos más lo ganábamos. Estuvimos muy cerca". Con el ciclo terminado, la volante de Provincial tiene una nueva ilusión: ser convocada a Las Leonas. Aunque no se desespera.
Las Leoncitas llegaron al Mundial que concluyó el domingo siendo candidatas, como Holanda. Entre ellas podían reeditar la final de Boston 2009, donde las europeas vencieron por 3 a 0, aunque claro, con nombres diferentes. Y así fue: Argentina y Holanda terminaron primeras en sus grupos, pasaron sin problemas las semifinales y se vieron las caras en la definición. Un clásico de mayores que se reeditó en menores con el mismo sabor e intensidad: "Queríamos jugar esa final con Holanda. Ellas estaban un poco agrandadas, se creían campeonas antes de tiempo y me parece que pensaban que era un trámite la final. Pero les dimos un gran susto (Argentina empató 1-1 a tres minutos del final). Es un clásico, le queríamos ganar, romperlas todas... (risas)", contó Sofía, que después reconoció que en la fiesta del torneo hubo intercambio de camisetas con holandesas.
A pesar de las lágrimas por esa definición perdida por penales, Las Leoncitas saben que hicieron todo lo que estaba a su alcance para quedarse con el título. De ahí la tranquilidad y el hecho de poder valorar la medalla de plata: "Ahora me siento contenta porque no todos los días se consigue una medalla de plata. El torneo fue más que positivo, estuvimos muy cerca, nos faltó suerte en los penales. Pero se hizo todo. Jugamos el partido en el que queríamos estar y creo que si esa final duraba dos minutos más la ganábamos. Ellas estaban muy atrás y nosotras atacando muy bien", se sinceró la rosarina.
La garra y la actitud, el no darse nunca por vencidas, valores escenciales de Las Leonas, también se vieron reflejados en este equipo que dirigió Santiago Capurro y que integró Sofía como habitual titular. En este sentido, Las Leoncitas fueron reconocidas constantemente por las actuales Leonas como por las históricas, todas pendientes del Mundial mediante las redes sociales: "Es un orgullo para nosotras haber tenido el apoyo de todas ellas, que todo el tiempo nos mandaron mensajes con deseos de suerte", contó Sofía.
Con el Mundial se terminó también el ciclo de trabajo de estas jugadoras Sub 21 que volverán a verse las caras solamente si son convocadas a Las Leonas. La categoría se les extinguió. El cierre, como todo después de una etapa exitosa, supone nostalgia: "El proceso se cerró. Ahora son Las Leonas o es nada. Eso era lo triste para todas, con algunas no nos vamos a ver más después de años y de 20 días espectaculares. Esta camada armó un grupo hermoso que sin él hubiese sido muy difícil llegar a dónde llegamos. Lo bueno influye tanto adentro como afuera de la cancha", contó Sofía. E inmediatamente agregó: "El día de la final lo pasamos llorando. Desde la mañana, con los videos motivadores, con el himno y hasta después del partido, porque sabíamos que esto se terminaba. Es raro, después de tantos estímulos, se acabó".
A Sofía, una de las tres jugadoras del Interior que viajó al Mundial, la adaptación al seleccionado, con viajes continuos a Buenos Aires, le costó, pero después lo disfrutó: "Me hice de muchas amigas, cada vez empezó a gustarme más ir a entrenar", contó. Por eso, no le teme a un futuro potencial: Las Leonas. "Si se da estaré muy contenta, ojalá me llamen. Pero igual tengo la tranquilidad de que di todo y voy a seguir entrenando para ello", cerró.
