Hilario Camacho es un hombre polifunción en Qompi. Nació en una colonia a 260 kilómetros de la capital formoseña, en una familia de tradición cosechera de algodón y a los 14 años llegó a la capital para ir a la escuela. Llegó a ser abanderado y a compilar para su comunidad leyendas y palabras. Hoy es maestro de educación física y trabaja en una escuela bilingüe. De niño no conocía la luz eléctrica, pero sí todas las estrellas, sólo jugaba con cascotes y bolitas. Recién de joven supo qué era el rugby. Cuenta con orgullo que una de sus dos hijas, Brenda Camacho, de 18 años, es la primera y única árbitra originaria seleccionada para dirigir encuentros de la Unión Argentina de Rugby (UAR). Los Camacho son una familia que respira rugby: su esposa jugó con las muchachas Qompi; otra hija, Marina, es soldado voluntaria e integró el plantel Las Panteras del club porteño Daom de Bajo Flores y su hijo, Mauro, es medio scrum de a primera de Qompi: juega desde los 7 años en el club.