Leonas y Leones cerraron este fin de semana la actuación de ambos como locales, en el marco de las fechas correspondientes a la fase regular de la Pro League, el certamen por el que este año apostó todo la Federación Internacional de Hockey (FIH). Las presentaciones en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard) dejaron resultados que parecen traducirse en certezas, pese a que en los próximos días ambos seleccionados viajarán a EEUU y Europa para jugar como visitantes y que nunca nada está dicho en el deporte.
Lo cierto es: Las Leonas ganaron por penales (3 a 1 tras 1 a 1 en el partido), volvieron a sumar y siguen segundas con las chances intactas de meterse en las semifinales de Amsterdam, a fines de junio. Hoy mismo viajarán a EEUU y luego visitarán a Gran Bretaña, Alemania, Holanda y Bélgica para completar el calendario y saber dónde están paradas. Pero a priori, y ya con los casilleros completos en casa, el panorama es más que positivo. Por varias razones.
La primera es que en lo que va de la Pro League y antes de encarar la recta final mencionada, las chicas consiguieron siete victorias, tres empates (luego traducidos en victorias por penales australianos, lo que les posibilitó sumar punto bonus) y solo una derrota. Que refleja otros aspectos más allá de lo numérico. Carlos Retegui, quien asumió en enero en lo que es un nuevo proceso (el tercero de él al frente de las chicas), fue encontrando respuestas rápidas para un certamen de estreno. Lo que es aún mejor, hubo jornadas más positivas en resultados que en juego. Construir mientras los resultados acompañan facilita las cosas.
La segunda es que las que vinieron de "afuera", las que no venían siendo parte del proceso y retornaron tras años de ausencia en la selección, le están dando la tranquilidad y jerarquía que el equipo necesitaba para terminar de asentar a esos talentos individuales jóvenes que son muchos, que dan cuenta de un futuro promisorio, pero que no deben ni pueden cargar con la responsabilidad de la historia. Los procesos anteriores construyeron, más o menos, pero fue el previo a éste, el de Agustín Corradini, el que debió asumir el recambio generacional más grande y que, pese a las aptitudes de sus jugadoras, terminó pagando caro la poca inexperiencia en citas complicadas. Esas que volvieron, más caras nuevas y otras del futuro, están dándole divisas a Retegui y a la selección.
La tercera es que, en la búsqueda de una cosa, van teniendo otro premio. Desde el Champions Trophy 2016 en el que se consagraron campeonas, a Las Leonas les fue esquivo un título grande. Acostumbradas a conseguirlo, hoy deben hacerse de la paciencia necesaria para volver a ser. Y en este sentido, la Pro League, que no era la prioridad de la temporada, las está metiendo en una definición mientras buscan el equipo ideal para llegar a los Juegos Panamericanos de Lima. ¿Qué tiene Lima? No sólo será la máxima cita continental sino que entregará al campeón una plaza directa a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Otra cosa: en las dos últimas ediciones Argentina perdió la medalla de oro a manos de EEUU, cuando históricamente fue suya. El orgullo está herido. El campeón de la Pro League también lo conseguirá. Aunque hay una realidad: Holanda también estará en esas semifinales de Amsterdam, es local y favorito. Campeón del mundo indiscutido y hoy por encima de todos. Si Las Leonas entran y dan el batacazo, Lima será un bálsamo de tranquilidad y confianza.
No tan sencillo
Para los varones, en cambio, las cosas no están tan claras. También tienen dos giras por delante. Enfrentarán a Gran Bretaña, Alemania, España, Holanda y Bélgica pero ya no dependen de sí mismos. Están quintos y afuera de las semifinales si hoy terminase la fase regular. Todo lo que les queda es muy complicado y encima las distancias son difíciles de acortar, ya que la Pro League basa su tabla en la efectividad y ellos fueron de los equipos que más jugaron.
Los resultados de Los Leones fueron y vinieron. Tuvieron un andar más irregular y la balanza quedó con números parejos: cuatro victorias, cuatro derrotas y un partido cancelado.
Las chances de entrar a pelear por el título son escasas pero el director técnico Germán Orozco tiene que asumir en esta parte del camino mucho recambio. Sólo hay cinco campeones olímpicos de Río 2016 en el equipo actual, el resto está tomando la confianza y la responsabilidad de rearmarse para ser nuevamente candidatos, competitivos. A principios de año se bajó transitoriamente Gonzalo Peillat, el arma más letal de Los Leones, hombre clave para las ambiciones. Entre el recambio se encuentra el rosarino Nicolás Acosta, de 22 años, quien jugó los últimos seis encuentros de Pro League y le demostró al entrenador que puede ser una opción seria.
Los Leones, con un pie afuera de la definición, tienen los partidos por delante como una posibilidad más de seguir buscando el rendimiento ideal, ya sí con casi toda la cabeza en Lima. Los chicos tienen un reto por demás de tentador. Tienen que conseguir la clasificación olímpica porque ir a Tokio 2020 significará tener que defender ese logro máximo que trajeron de Brasil, el más importante de la historia en el hockey argentino de caballeros.
Leonas y Leones se despidieron de Argentina en el Cenard este fin de semana. Y dejaron no sólo resultados, sino también indicios de cómo se puede seguir configurando el año. Con objetivos similares y otros no tanto tienen que pisar el acelerador en esta recta final de la Pro League.
Las chicas, a Estados Unidos
Las Leonas viajarán hoy a EEUU para disputar la fecha 12 ante el seleccionado local en Lancaster, el domingo. Las elegidas por Carlos Retegui fueron: Florencia Mutio, Silvina D'Elía, Valentina Costa Biondi, Sofía Toccalino, Lucina von der Heyde, Victoria Sauze, Agostina Alonso, Eugenia Trinchinetti, Julieta Jankunas, Agustina Albertarrio, Carla Rebecchi, Bianca Donati, Micaela Retegui, Agustina Habif, Rosario Luchetti, Paula Ortiz, Cristina Cosentino y Victoria Miranda. Belén Succi y Delfina Merino continúan afuera, recuperándose de sendas lesiones.