Guardianes canallas
Walter Ribonetto y Diego Braghieri integrarán la zaga canalla en el torneo Apertura. Representan
dos generaciones y un sentimiento. Uno por opción, el otro por origen. Ambos con el mismo
compromiso hacia el proyecto de Vitamina Sánchez. Estos dos guardianes se llevan 13 años de
diferencia y se están preparando en Mar del Plata para perseguir...
17 de julio 2008 · 00:42hs
Walter Ribonetto y Diego Braghieri integrarán la zaga canalla en el torneo
Apertura. Representan dos generaciones y un sentimiento. Uno por opción, el otro por origen. Ambos
con el mismo compromiso hacia el proyecto de Vitamina Sánchez. Estos dos guardianes se llevan 13
años de diferencia y se están preparando en Mar del Plata para perseguir una única misión: defender
la seguridad del arco auriazul. Por eso, comparten la habitación 808 del hotel Spa República y
tejen complicidades a cada paso de la pretemporada. El líder y su sucesor se tiran flores cuando se
prende el grabador, demuestran una sana convivencia y también se animan a soñar con objetivos de
grandeza para la próxima campaña. "Cuando me preguntaron al año pasado por Diego, dije desde el
primer momento que era uno de los proyectos más interesantes de Central. Y no me equivoqué. Cuando
le dieron la camiseta de titular se dio cuenta de que no tenía que devolvérsela al técnico. Es un
pibe muy responsable, sumamente profesional. Todavía le queda mucho por aprender porque es chico
pero tiene un futuro enorme". Así definió Ribonetto a su joven compañero en lobby del búnker
canalla en La Feliz. Por su parte, Braghieri tampoco ahorró elogios sobre el Tino. "Es un fenómeno
como persona y un excelente jugador. Los chicos siempre queremos aprender de los más grandes y él
es uno de los referentes más claros para apuntar. Ojalá llegue a ser un gran jugador como él",
deseó.
Hay una mezcla de generaciones en la última línea
diagramada por Vitamina. "Esto es lo lindo del fútbol. Yo tengo 34 años y juego con Diego que tiene
21. Por eso trato de inculcarle dentro de la cancha cosas que viví para que no le sucedan. Lo más
importante será hablar continuamente para mantener la atención. Esa será la clave", advirtió el
Tino.
—Diego, es la primera pretemporada en la que asomás
como titular.
—Eso parece. Tengo en claro que el puesto no es de
nadie, pero siempre quiero estar dentro del equipo y dejar todo para que Central pelee arriba.
—¿Qué sentiste cuando los utileros te dieron el
número 6?
—Una alegría muy grande porque a este número lo traía
Raldes. El seis de la primera de Central es un orgullo. Ahora tengo que defenderlo y tratar de no
dárselo a otro jugador.
—¿Te deja usar el control remoto en la pieza?
—El siempre tiene prioridad (risas). Pero no pasa
nada, nos llevamos muy bien y cada vez nos conocemos más.
—Central anotó muchos goles en el Clausura pero
también recibió otros tantos. ¿Cómo se mejora eso?
—Será fundamental mejorar la concentración. Los defensores nos sentimos
incómodos cuando nos convierten goles, no nos gusta pasar por esa situación. Por eso la meta es
mantener el cero en el arco en más partidos. Debemos achicar lo más posible el margen de error. Los
torneos son tan parejos que los errores definen la suerte de los equipos y a veces los pagás muy
caro (Ribonetto). l