Estudiantes hizo leña del árbol caído. Sometió a la sombra de Boca casi sin despeinarse en el cierre del triangular Ciudad de Mar del Plata y se quedó con el trofeo que también disputó San Lorenzo.
Estudiantes hizo leña del árbol caído. Sometió a la sombra de Boca casi sin despeinarse en el cierre del triangular Ciudad de Mar del Plata y se quedó con el trofeo que también disputó San Lorenzo.
El equipo de Sabella se impuso 3 a 1 y por momentos se exigió menos que en un entrenamiento para someter a un Boca desparramado en la cancha que sólo pudo mantener el empate hasta el inicio del complemento.
Ya en la primera etapa el campeón de América había sido superior, pero no pudo plasmarlo en el resultado.
Una ráfaga letal en la segunda mitad le permitió al Pincha sacar tres goles de ventaja y sentenciar el partido y el triangular. Aunque un gol en posición adelantada de Viatri sirvió para maquillar el resultado y mostrar cierta reacción del conjunto de Basile que sólo apeló al amor propio porque de fútbol aportó poco y nada.
A los 4’ Núñez empujó al gol un centro insólitamente solo dentro del área chica. A los 13’ Hoyos (reemplazó en el primer tiempo a Enzo Pérez lesionado) le pegó desde afuera del área y la metió contra el caño derecho de García y 3 minutos más tarde el Principito Sosa le entró de lleno, también desde lejos, a una asistencia de Verón para estampar el 3 a 0.
Estudiantes parecía encaminado a una goleada, pero no lo pudo materializar, aunque la diferencia ya era abultada.
A esa altura, el desconcierto de Boca era espeluznante y el mediocampo albirrojo, con Juan Sebastián Verón como bastonero, se floreaba y empezaba a cuidar las piernas. Es que la única forma que encontraban los de Basile de cortar el monopolio de la pelota era con infracciones.
Por suerte para Basile, su continuidad y su tranquilidad, Viatri capturó un pelotazo en posición adelantada a los 27’, le ganó a la marca y definió de maravillas frente al achique del debutante Orión.
Por entonces, el ingreso de Nicolás Gaitán le había otorgado cierta cordura, sólo eso, al juego xeneize y llegaron un par de apremios sobre el arco pincha.
Pero la tendencia del resto del partido regresó para quedarse hasta el final.
Estudiantes recuperó el control de la pelota y encima ratificó su superioridad en el descuento con un cuarto gol del ex River Morales Neumann. Inapelable.
Estudiantes festejó. Y a Boca lo espera River el miércoles.