La Plata.- Gimnasia y Esgrima La Plata, con un gol del colombiano Marco Pérez, le
ganó esta tarde a Boca por uno a cero en un partido correspondiente a la fecha 15 del torneo
Clausura, que se jugó en el estadio del bosque de la ciudad de La Plata con el arbitraje de
Federico Beligoy.
Los dirigidos por Cocca sueñan a partir de este resultado con salvar la categoría y seguir
jugando la próxima temporada en Primera, en tanto que en Boca todo parece haber vuelto a la
“normalidad”, exponiendo una defensa frágil, sobre todo en el segundo tiempo y un medio
juego sin peso, donde se extrañó en demasía al estratega del equipo, Juan Román Riquelme.
Desde el arranque Gimnasia demostró que sabía para qué y porqué estaba en la cancha. Dejó en
claro que no estaba dispuesto a regalar nada y tomando precauciones, se le paró a Boca dispuesto a
pelearle la zona de gestación y, si la situación lo permitía, buscar el área de García.
Encina, Aued y Romero, se encargaron de “cortar” el circuito de conexión de los de
Pompei. Erbes naufragaba en el medio sin claridad, Insúa no lograba hacer pie arrastrando un tirón
en la ingle y de esta manera la pelota no llegaba clara arriba, donde Gaitán y Palermo exhibían la
orfandad de un ataque insulso.
Por contrapartida Gimnasia llegaba con el simple argumento de abrir la cancha y buscar, a partir
de la velocidad de Pérez o Romero, el corazón del área donde los desaciertos defensivos visitantes
se hacían cada vez más evidentes.
Y si el final del primer tiempo los llevó a los vestuarios sin abrir el marcador, fue solamente
porque los delanteros locales no tuvieron precisión a la hora de definir.
Con el comienzo de la segunda etapa, todo lo que se había insinuado en la primera, se fue
acentuando. Gimnasia se hizo más fino a la hora de armar la ofensiva y Boca se fue desdibujando
cada vez más en el fondo. Todo muy parecido a lo que pasaba antes del encuentro con Arsenal.
A los 13 llegó el golazo de Pérez, pero no fue la única alternativa de conversión que tuvieron
los locales. Es más, si Stracqualursi, el mismo Romero o Rinaudo, hubieran estado un poco más
ajustados, la diferencia en el marcador hubiera sido más abultada.
Probó Pompei con el ingreso de Marino primero y Mouche después, pero si bien Medel no había sido
gravitante en el medio, su ausencia le quitó a Boca recuperación y entonces se hizo más difícil que
el balón llegase arriba claro como para generar peligro cierto.
Aún así un cabezazo de Marino en el palo, un penal no cobrado a Gaitán y un par de revolcones de
Sessa, dejaron la sensación de que Boca pudo merecer la igualdad, pero sólo fue sensación, porque
Gimnasia mantuvo en todo momento la supremacía y la tranquilidad necesaria como para sostener la
victoria.
Gimnasia sueña de la mano de este triunfo y del empate de Central, sueña y sustenta su sueño con
una estructura sin derroches, pero lo suficientemente sólida como para alimentar la esperanza.
Boca retomó el camino de la intrascendencia, de los desaciertos defensivos y la orfandad
ofensiva, como si hubiesen gastado todo lo que tenían ante Arsenal o dilapidado sus energías en un
conflicto estéril de entre semana.
Formaciones iniciales
Gimnasia y Esgrima La Plata: Gastón Sessa; Alvaro Ormeño, Rubén Darío Maldonado, Ariel Agüero y
Hugo Iriarte; Hernán Encina, Fabián Rinaudo, Luciano Aued y Sebastián Romero; Marco Pérez y Denis
Stracqualursi. DT: Diego Cocca.
Boca Junios: Javier García; Hugo Ibarra, Ezequiel Muñoz, Claudio Morel Rodríguez y Luciano
Monzón; Gary Medel, Cristian Erbes y Cristian Chávez; Federico Insúa; Nicolás Gaitán y Martín
Palermo. DT: Roberto Pompei.
Arbitro: Federico Beligoy.
Cancha: Gimnasia y Esgrima La Plata.