Ramiro Galarza aún mastica bronca por la desclasificación del domingo último en Rafaela, donde había obtenido su primer triunfo en el TC Pista en 110 presentaciones. El motor de la Dodge de su propia estructura superó el máximo de cilindrada permitido y por eso pasó de la más grande alegría a la máxima frustración. Eso sí, el piloto de Acebal no se quedó atrás, hizo su descargo el mismo día en la CDA y emitió un duro comunicado culpando a su motorista, Claudio Garófalo, que podría ser sancionado.
Galarza sostuvo en el escrito que Garófalo siempre supo que la relación de compresión no era la que correspondía (40 cm3 más) y que no hizo nada al respecto. “Todo el gran trabajo conseguido quedó truncado exclusivamente por la culpabilidad del señor Claudio Garófalo, encargado de proveernos la planta motriz”, expresó Galarza. “Nos dejó con las manos vacías, sabiendo previamente el error que cometía y en ningún momento comunicándonos de la falta grave que estaba llevando adelante”.
Y fue por más: “Actuó de muy mala fe, nos traicionó sin importarle el esfuerzo y el gran trabajo realizado por todo el Galarza Racing a lo largo del fin de semana. Además violó el espíritu de la categoría y sobre todo puso en duda nuestra honestidad”, para luego cerrar: “Desde ya quiero deslindar cualquier responsabilidad de mi persona y el equipo. Les pido disculpas a todos mis compañeros y rivales en pista, a toda la Asociación Corredores Turismo Carretera, a su departamento técnico, a todos mis sponsors y quedo a su entera disposición para esclarecer esta situación ante la opinión pública y ante la CAF de esta entidad”.
Galarza aclaró asimismo en el programa “Mañanas con código”, de Acebal, que no usó el motor del auto de Gastón Todino, al que reemplazó, porque estaba desarmado, que Garófalo le ofreció el lunes anterior uno de Esteban Gini (el líder) y al día siguiente le confirmó que estaba todo bien. ¿Y cómo se dio cuenta que el motorista sabía el problema? Porque antes que en la técnica lo desarmen para medirlo tras la victoria, “dijo que había un problema, que estaba pasado (de potencia) y que lo perdonen”.
Galarza no se quedó ahí: “Pedí una reunión con el titular de la categoría y con el técnico para aclarar la situación. Me atendieron bárbaro, me tomaron todo el descargo y conté toda la verdad, por eso me dijeron que la sanción contra él va a ser dura y que me iban a cuidar porque quedó muy claro que no tenía nada que ver”.