Gabriela Sabatini está disfrutando como nunca su regreso a Roland Garros. No solo juega con una sonrisa dibujada en los labios cada partido junto a Gisela Dulko en el Torneo de Leyendas del grand slam de Francia, sino también cada actividad a la que se suma en la capital francesa.
Y lo disfrutó como si fuera su renacer en el deporte que la erigió como una estrella internacional. Es que después de su largo su retiro de las canchas, la mejor tenista femenina de la historia argentina se animó a volver a jugar y nada más ni nada menos que en Roland Garros.
Pese a perder la final del torneo con las italianas Flavia Pennetta y Francesca Schiavone, Gaby se dejó ver alegre y distendida como nunca antes en una cancha de tenis. Festejó las pelotas ganadas como si fuera la chiquilina que allá lejos y hace tiempo deslumbró al mundo.
En la previa al duelo definitorio, Sabatini participó junto a Dulko de una cena con los ex jugadores invitados al torneo, en la que se dieron cita varios jugadores y jugadoras que hicieron historia en el tenis. El encuentro se llevó a cabo en el Hotel Barriere Le Fouquet’s, en el centro de París, y fue una fiesta.
La celebración tuvo, como era de esperar, un momento musical, que fue protagonizado por la banda de rock de John McEnroe. Pero el show tuvo una sorpresa: a la hora de interpretar el clásico de los Rolling Stones "Satisfaction", Gaby se sumó a los coros junto a Mary Pierce e Iva Majoli.
Gaby y Gisela habían vencido esa misma tarde a la francesa y croata por 6-4 y 6-1 en el último partido del Grupo A del torneo femenino, lo que les valió quedarse con el liderazgo de la zona y ganar el pase a la final del torneo que se jugó este sábado la cancha Suzanne Lenglen.
“Primera vez que juego el torneo de leyendas. Empezamos a jugar con Gise, a entrenar, a hacer pádel y nos vieron los organizadores. Nos habrán visto bastante bien y ahí nos invitaron para jugar. A mí me dio un poco de cosa al principio, nervios”, confesó Gaby de 52 años, sobre su experiencia.
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Su regreso fue un éxito. Más allá de haber perdido la final, Sabatini se reconcilió con el deporte que la hizo famosa y que tantas satisfacciones le dio antes de tomar la difícil decisión del retiro. Fue un reencuentro y punto de partida, habrá que ver ahora a dónde la lleva.