"El jueves tengo un partido muy importante, me juego parte de mi carrera a futuro", aseveró el árbitro Fernando Espinoza, quien tendrá a su cargo el clásico rosarino este jueves en el Gigante de Arroyito.
El árbitro Fernando Espinoza contó sus sensaciones de cara al clásico rosarino.
"El jueves tengo un partido muy importante, me juego parte de mi carrera a futuro", aseveró el árbitro Fernando Espinoza, quien tendrá a su cargo el clásico rosarino este jueves en el Gigante de Arroyito.
Espinoza de esa forma marcó la trascendencia que tendrá el partido entre Central y Newell's para su carrera como árbitro. "Digo que de juego parte de mi carrera a futuro porque dependiendo de cómo salga todo van a seguir mis designaciones, y no me importan los colores porque voy a dirigir al equipo A contra el equipo B, en donde yo también juego un papel importante que es mi trabajo", explicó.
"Yo también me juego mi semestre, tengo hijos y familia y es mi fuente de laburo, vivo del arbitraje", aseveró sin rodeos, en la previa del trascendental encuentro en el que el árbitro siempre está en el foco crítico de los hinchas.
Espinoza es consciente de las implicancias que tiene un clásico rosarino, no sólo para la ciudad en particular sino para el fútbol argentino en general, a tal punto que existen antecedentes de que fallos equivocados fueron determinantes en el desenlace de un resultado y derivaron en sanciones o impugnaciones para el juez en cuestión.
Andrés Merlos, cuarto árbitro designado para este jueves, puede dar fe de esto, ya que oportunamente fue vetado por Newell's para dirigir debido a la polémica de dos penales no cobrados para la Lepra en una tarde de septiembre de 2019, durante el empate 1 a 1 en el Gigante de Arroyito.
En diálogo con el programa Una buena tarde de Radio del Plata de Rosario, Fernando Espinoza amplió las sensaciones que tiene un árbitro en la previa: "Siempre existe esa cosquilla en la panza, no importa cuál es el partido. El día que no la sienta voy a tener que dejar porque significará que ya no tengo pasión por lo que hago. Pero en el pitazo inicial es donde todo se libera, tanto para el local como para el visitante, el equipo más caro o el más humilde. En ese momento todo se nivela, nos olvidamos del entorno. Para mí es la final, no tengo mañana".
En cuanto al hecho de ser el primer clásico que se jugará con la utilización del VAR, Espinoza comentó: "Nos estamos adaptando, tanto periodistas, jugadores, árbitros, dirigentes e hinchas. La tecnología llegó para quedarse, claro que sigue manejada por personas, en este caso árbitros con jugadas de interpretación, eso nos mantiene tranquilos".
Espinoza admitió el orgullo que tiene de haber sido elegido para arbitrar el clásico rosarino: "Pocos árbitros en el mundo pueden dirigir un clásico de Rosario que es uno de lo más importantes del país, tengo la suerte de poder estar, hay que ser consciente que no cualquiera lo dirige".
Por Facundo Borrego