Argentino, tras ganar el partido de ida por 1 a 0 en el José Martín Olaeta, perdió 3 a 1 con Banfield en el Florencio Sola en el marco de la final del torneo de primera B del fútbol femenino que organiza la AFA. De esta forma las salaítas perdieron la chance de jugar en 2023 en el círculo privilegiado.
Explicar esta dolorosa caída tiene tres aristas. Por un lado que las dirigidas por Leandro Emery hicieron los peores 40 minutos del torneo luego de haberse puesto en ventaja antes de los cinco minutos del complemento y poner la serie 2 a 0.
Segundo la falta fortuna que acompañó a las chicas rosarinas y esa “tragedia futbolística” que sufrió Laila Monzón a los 89’ con su gol en contra luego de un intrascendente pelotazo desde la mitad de la cancha que sentenció la final, cuando el camino del partido iba inevitablemente a la definición por penales.
Y en tercer lugar el arbitraje de Roberta Echeverría, quien no tuvo una buena tarde impartiendo justicia.
En el primer tiempo Argentino comenzó ejerciendo una presión alta con sus delanteras para ahogar la salida de Banfield. El partido se jugó como una verdadera final. Con la pelota por el aire, jugando a la segunda pelota y cada equipo esperando su momento para dañar al otro. Banfield tenía en la pelota parada a su mejor arma. Mientras que Argentino apelaba a la velocidad de sus delanteras para capitalizar los pases largos detrás de las defensoras del taladro que ejecutaban Micaela Astudillo o Romina Luna González.
Durante la primera mitad, a excepción de los últimos cinco minutos donde Banfield, a través de algunos tiros de esquina complicó a Argentino, fueron las salaítas quienes contaron con las mejores ocasiones a través de Diana Maltaneri.
La última jugada del partido hubo un grueso error de la jueza Echavarría quien no penalizó un agarrón de atrás a Cavigioli en la media luna lo que hubiese significado la expulsión de una defensora de Banfield y optó por no volver para atrás la ley de ventaja que había aplicado.
En el segundo tiempo, a los 2’, Cavigioli capitalizó un gran pase de Mansilla, sacó el manual del delantero, buscó la página de cómo se define y puso el partido 1 a 0 para Argentino bajo una lluvia torrencial.
A partir de allí se derrumbó el castillo. El gol en lugar de agrandar a las salaítas las anestesió. A los 57’ Natalia Rea puso el 1 a 1 luego de transformar en gol un dudoso penal y a los 73’ esta misma jugadora, de tiro libre, marcó el segundo para el taladro, que en esos momentos ya jugaba con 10 jugadoras por una expulsión.
Todo estaba encaminado a los penales hasta que a falta de un minuto un accidente de Laila Monzón, quien convirtió un autogol en un intento de efectuar un despeje, terminó sepultando las ilusiones de Argentino.
Las dirigidas por Leandro Emery salieron con: Micaela Fernández; Marilina Martínez (89’ Liana Andrada), Pamela Flores (89’ Leila Escudero), Vanesa González y Leila Monzón; Romina Luna González (79’ Brisa Cortés), Romina Escalada y Micaela Astudillo (70’ Ornella Guzmán) ; Antonella Cavigioli, Camila Mansilla y Diana Maltaneri.
DT: Leandro Emery
Quedaron en el banco: María Paula Maragliano, Azul Aguilera y Maira Sánchez.
El árbol no debe tapar el bosque
El 23 de junio de 2007, el fútbol masculino de Argentino, luego de haber ganado la ida en Rosario 2 a 1, perdió sobre la hora 1 a 0 ante Defensores de Cambaceres, en cancha de Gimnasia en el cotejo de vuelta de la promoción para ascender a la primera B, y privó a los de Sorrento de jugar en tercer nivel del fútbol argentino.
Esta caída fue un punto de inflexión para mal en la historia salaíta. Porque a partir de allí el fútbol se cayó a pedazos, en la temporada 2009/10 descendió a primera D y hoy lleva más de 12 años en esa categoría.
Al fútbol femenino no le tiene que pasar lo mismo y debe seguir por el mismo camino.
Es cierto que perder de esta forma ante Banfield, con dos goles arriba en la serie y jugando los últimos 20’ más el adicional con una jugadora más es más que doloroso. Pero de la misma forma que este año hicieron borrón y cuenta nueva, luego de no poder ascender a primera A en 2021 cuando perdieron por penales ante Estudiantes de Caseros y este año llegaron a jugar este cotejo definitorio con Banfield, se deben juramentar volver a intentarlo en 2023 para lograr el tan ansiado sueño.
Puertas adentros deberán buscar las causas de este no ascenso. Entre la producción futbolística en este partido, el arbitraje y la mala fortuna estarán las respuestas. Pero sería imperdonable que no lo vuelvan a intentar.