Fecha 2, Liga Profesional: la jornada de domingo está aquí

La 2ª fecha de la Liga Profesional se cerró este domingo con cuatro partidos. La jornada se abrió en Santa Fe con el clásico vibrante entre Colón y Unión que terminó 2 a 2, siguió con el triunfo de Godoy Cruz, próximo rival de Central, 2 a 0 sobre el golpeado Racing de Fernando Gago, continuó con la gran victoria de Platense en Liniers que lo dejó como único puntero y finalizó con la caída de Boca en Santiago del Estero ante Central Córdoba por 1 a 0. Con esos resultados, Platense quedó como único líder del torneo.

Empate vibrante y de película

Vibrante, emotivo, polémico, de película. No alcanzan los adjetivos para describir el partidazo que jugaron Colón y Unión. Fue empate 2 a 2, en un clásico que tuvo todos los condimentos como hacía mucho no se vivía en la capital de la provincia. Hasta que el árbitro Darío Herrera decretó el final del partido todo podía suceder.

Y así fue. A los hinchas locales que colmaron el estadio Brigadier López se les atragantó el grito de victoria cuando a los 94’ Wanchope Abila se lo perdió ante la salida apresurada del arquero Mele.

Pero antes hubo un partido, en el que ninguno se guardó nada, dieron todo para quedarse con los tres puntos. Cada uno eligiendo la forma de dañar al rival.

Colón siempre proponiendo la gestación de juego desde los pies de Federico Lértora y Rodrigo Aliendro. Ahí nacían las jugadas de peligro, que buscaban el posterior centro para Wanchope.

Sin embargo fue el tate, que esperaba agazapado para utilizar el contragolpe, el que encontró la apertura del marcador, tras un tiro libre mal ejecutado por Bernardi. El rechazo fue a parar a los pies de Federico Vera que emprendió una veloz corrida y asistió a Luna Diale, quien recibió solo y la pinchó por encima de Burián.

Baldazo de agua fría, porque el que más se había prodigado para ponerse en ventaja era Colón, que continuó con la supremacía, ante un adversario que eligió seguir apostando por el contragolpe. Para colmo, el local se quedó con 10 tras un pisotón de Garcés al uruguayo Alvez. A instancias del VAR, Herrera cambió la amarilla por roja y todo parecía hacerse cuesta abajo para el equipo de Falcioni.

Aunque todavía faltaban más emociones y polémicas. El ingreso del Pulga Rodríguez le dio más fútbol al sabalero, que siguió insistiendo para lograr la igualdad y que luego se vio favorecido por la expulsión de Portillo, que dejó a Unión también con uno menos. Eso envalentonó a Colón, que encontró el empate, cuando Mele bajó en el área a Aliendro. Del penal se encargó Farías y puso el 1 a 1.

Sin conformarse, Colón fue en busca del triunfo y lo encontró a los 84’ tras una avivada de Lértora (el técnico Gustavo Munúa le alcanzó el balón como un gesto de fair play). Hizo rápido el lateral directo a los pies de Abila, quien aguantó el balón ante la pasividad de la defensa, con un giro se sacó la marca de encima y de zurda la puso junto al palo, generando el delirio de la parcialidad sabalera.

Pero restaba un poco más. En un manotazo de ahogado, Unión consiguió empatar a los 92’ mediante un penal ejecutado por Alvez. Y después llegó la jugada mencionada al principio, en la que Mele achicó bien y Wanchope no pudo definir. Final de una encuentro que para Colón fue injusto. Para Unión, demasiado premio. Aunque los amantes del fútbol hubiesen querido que no se termine nunca.

Ganó el rival de Central

Godoy Cruz, que el próximo jueves visitará a Rosario Central en el Gigante de Arroyito, se reencontró con al triunfo tras derrotar a Racing 2 a 0 en el estadio Malvinas Argentinas.

El equipo conducido por la dupla Orsi-Gómez profundizó la caída libre de la academia, quien venía de sufrir una dura derrota entre semana ante Agropecuario por Copa Argentina.

Dentro de un partido parejo, donde no existió un claro dominador ni ocurrieron chances claras de gol durante la primera parte, el tomba sacó provecho, cuando a los 36’ el visitante se quedó con uno menos por la fuerte infracción de Tomás Chancalay en perjuicio de Pier Barrios. En primer lugar, Facundo Tello le sacó amarilla, pero fue avisado por el VAR, la revisó y optó por mostrarle la roja directa.

En la segunda parte Godoy Cruz encontró el camino al gol y en menos de veinte minutos liquidó el encuentro con el doblete de Salomón Rodríguez (52’ y 70’).

A partir de allí, y a pesar de quedarse también con 10 por la expulsión de Negri, manejó el partido a su antojo hasta el final. Racing perdió así su invicto en el año por torneos locales, ya que en la Copa de la Liga no perdió nunca, ni siquiera cuando fue eliminado por Boca en semis, ya que fue por penales.

Platense dio el golpe

Después de once partidos de sequía en condición de visitante, Platense dio el golpe en el estadio José Amalfitani al superar a Vélez por 1 a 0 y trepó a la cima de la tabla de la Liga Profesional.

En un partido donde el local hizo mejor las cosas y desperdició varias ocasiones claras, el calamar acertó un pleno en un contrataque iniciado por Mauro Zárate (muy resistido por la parcialidad velezana), Esquivel envió un centro que fue conectado de cabeza por Iván Gómez decretando el gol de la victoria. Con este triunfo, Platense sumó tres puntos importantes que le sirven para engrosar el promedio en la lucha por no descender.

Porrazo de Boca en Santiago del Estero

Boca perdió en Santiago del Estero. Central Córdoba le pegó un golpe certero en el mentón cuando mejor jugaba el xeneize al inicio del complemento y lo venció 1 a 0 para impedirle quedar líder junto a Platense. El gol fue de González Metilli a los 9' del complemento y enseguida hubo una polémica jugada con un penal a favor del ferroviario, cuya conversión tras un rebote fue bien anulado por invasión.

El desarrollo de la primera mitad fue parejo. Durante los 25 minutos iniciales, el local se mostró más incisivo tomando el protagonismo del partido y generando situaciones de peligro que complicó a la defensa de Boca con algunas pelotas aéreas. A los 3 ya tuvo lugar la primera polémica: Marcos Rojo le fue abajo a Juan Cruz Kaprof y lo hizo trastabillar antes de que sacara un débil remate ante Agustín Rossi. El VAR revisó la jugada y no sancionó penal, al igual que el árbitro Pablo Echavarría en una primera instancia.

Sin embargo, los problemas para el conjunto de Sebastián Battaglia no cesaron. Así llegaron sendos remates de Renzo López y Francisco González Metilli, que fueron controlados por Agustín Rossi.

A partir de ahí, Boca fue agarrándole la mano al encuentro y poco a poco emparejó las acciones, a tal punto que tuvo un par de chances para abrir el marcador. Primero probó Juan Ramírez con un derechazo de primera que se le fue muy alto, después Carlos Izquierdoz la paró de pecho, la dio con zurda y la pelota rebotó en Enzo Kalinski antes de irse al córner y, por último, el ex San Lorenzo no pudo definir a la red tras un buen centro del 9 al ras del piso que superó al arquero Cristopher Toselli, en la jugada más clara.

En el segundo tiempo Boca salió más decidido y a los 9' Pol Fernández reventó el travesaño con un disparo en la puerta del área.

Pero Central Córdoba respondió bárbaro. Dos minutos después, Jesús Soraire remató fuerte de afuera del área tras una recuperación sobre la izquierda, Rossi dio un rebote corto y González Metilli la empujó al gol.

La sorpresa fue total y Boca se desorientó a tal punto que enseguida el goleador entró raudo por izquierda, Weigandt lo tocó apenas pero lo hizo trastabillar y Echavarría dio penal después de ver una y mil veces las repeticiones en el VAR.

El disparo de Renzo López fue atajado por Rossi (una vez más y van...) pero el rebote lo capturó Soraire para sacudir por segunda vez la red xeneize en poco más de cinco minutos. Pero como Soraire fue el invasor, del mismo equipo que el ejecutor y no fue gol directo, fue tiro libre para el otro equipo.

Pese a ese alivio, a Boca le costó volver a inquietar a un Central Córdoba que se cerró bien y que inclusive de contragolpe pudo haber aumentado. Solo en adicional un cabezazo de Benedetto pudo ser gol pero lo contuvo bárbaro Cristopher Toselli y al toque un zurdazo de Luis Vásquez en el área pasó al lado del palo izquierdo. No hubo tiempo para más y fue derrota del campeón. Y fue tanta la alegría local y el respeto por el rival, que al final hubo invasión para quedarse con un souvenir o rescatar una foto, a lo que la mayoría de los jugadores xeneizes, pese al dolor del resultado, accedió.