La victoria llegó al fin. En el cuarto amistoso, Newell’s superó a Chacarita por 1 a 0 en
el cierre de la excursión por Buenos Aires y de esta forma cortó la racha de dos derrotas (Boca
Unidos 1-2 y Vélez 1-2) y un empate (Belgrano 0-0). La presentación, deslucida por las condiciones
del campo de juego, arrojó algunos puntos positivos como los rendimientos de Sperduti y de la dupla
de volantes centrales Mateo-Bernardi, pero también un punto negativo como la lesión de Alayes (ver
aparte) que lo dejó en duda para el arranque del torneo ante Estudiantes.
El nivel de juego no fue el deseado. Mucho tuvo que ver la cancha
pesada, donde el funebrero consiguió hacer pie, metió un pressing en la salida leprosa y le
complicó el panorama al equipo de Grioni (reemplazó otra vez a Sensini). Le costó en ese inicio
manejar la pelota y Chacarita lo llevó a cometer varios errores seguidos en el fondo. Encima, en
una jugada Alayes tocó hacia atrás para Peratta, pisó un pozo y se lesionó.
La primera jugada clara de riesgo (20’) fue para el funebrero por
intermedio de Pisano, un petiso encarador y habilidoso que de cabeza desperdició la apertura en el
marcador. Hasta esa altura el chiquilín González (16 años), que jugó de “9”, no la
había tocado y el Bebu Velázquez, reemplazante de Formica, tuvo algunas participaciones aisladas,
pero sin inquietar demasiado.
El que sí estuvo encendido fue Sperduti, que hizo gala de su velocidad y
gambeta para hacer estragos en el fondo de Chacarita. Fue, quizás, la mejor actuación del Gordo en
todos los amistosos. Y su presentación la coronó con una gran maniobra personal en el segundo
tiempo (de los 60 minutos que se jugaron) ingresando a pura gambeta dentro del área y metiendo un
centro atrás para que Estigarribia la colgara en un ángulo.
A esa altura ya estaba en cancha Taborda, quien ingresó por el Chula
González. El uruguayo estuvo movedizo, le metió sacrificio y apretó en la salida funebrera. Y en la
pelota aérea impuso su porte. De todas formas, aún le falta acumular minutos de fútbol para meterse
en ritmo de primera.
Del anodino y deslucido juego también se debe destacar a Cichero, que
conservó su nivel de juego como lo hizo frente a Vélez el miércoles. Lució sólido y mostrando
categoría y, sobre todo, personalidad.
Newell’s cerró su viaje a Buenos Aires con un triunfo que sirve
para levantar el ánimo, aunque lo importante es aceitar el engranaje futbolístico colectivo con el
fin de llegar en condiciones óptimas al debut del campeonato.
Aún falta, pero los rojinegros siguen transitando el camino para tratar de conseguir la
puesta a punto. Como es lógico el equipo va de menor a mayor.