Faltan dos fechas para que finalice el Top 14 de la Urba y Atlético del Rosario cuenta con chances ciertas de ingresar a los playoffs para pelear por el título. El sábado enfrentará a CUBA de visitante y cerrará ante Regatas Bella Vista en el pasaje Gould. Ganando ambos se habrá asegurado el pasaje, si no dependerá de otros resultados.
"Lo bueno es que dependemos de nosotros. Nos toca ir a jugar a Villa de Mayo, donde CUBA hace rato que no pierde, pero esos son los partidos más lindos, los que particularmente nos gusta jugar y son los que mejor jugamos", confesó Juan Pablo Estellés, centro y figura de Atlético del Rosario.
A renglón seguido, el Lunguito enumeró un par de ejemplos para validar sus dichos. "Pucará venía puntero y le ganamos, lo mismo pasó con Newman... Ahora nos toca jugar con CUBA allá y creo que es un partido que se puede ganar. Allá nos jugamos el año. Si le ganamos y después hacemos lo mismo con Regatas, clasificamos. Ahora si no le ganamos, se nos va a complicar. Vamos a depender de los demás y a nadie le gusta eso. En esas situaciones es muy raro que las cosas salgan bien. Estar jugando con una radio al lado es feo, por eso estos dos partidos que nos quedan tenemos que ganarlos, sí o sí", arengó.
—¿La idea es meterse en los playoffs y apuntar al campeonato o están pensando también en el Nacional de Clubes?
—Hablo por mí, y en mi cabeza sólo tengo la clasificación y el campeonato de la Urba. Clasificar al Nacional de Clubes sería bueno porque le serviría mucho a la institución y a nosotros como jugadores, pero te repito el objetivo ahora está puesto en el torneo de la Urba.
—El año de Atlético fue bastante irregular. A lo largo de la temporada el equipo mostró una irregularidad manifiesta. ¿A qué se lo atribuis?
—Es falta de concentración. Todo el año nos pasó de ganar partidos que en los papeles no podíamos hacerlo y perder otros que eran ganables. Son buenos los ejemplos de Pucará y Newman, y también el del CASI, que venía décimo y nos ganó. Pero incluso dentro de un mismo partido tenemos flashes de concentración, tenemos momentos que estamos a full y hacemos tres tries en veinte minutos, y después caemos en un pozo del que nos cuesta salir. Nos pasó en la primera etapa del año, cuando entramos en los primeros cuarenta minutos dormidos y después tuvimos que salir a remontarlo. Con Pucará allá lo pudimos ganar, pero con San Luis acá lo perdimos, por ejemplo. Después cuando pudimos revertir eso nos pasó al revés: como con Belgrano salimos muy concentrados, jugando muy bien y en una oleada hicimos tres o cuatro tries; pero después caímos en un pozo en el que no nos encontrábamos, empezamos a jugar mal... y eso es un poco por falta de concentración y también por no saber manejar los momentos del partido.
—Hubo lesiones y convocatorias que terminaron atentando contra el rendimiento del equipo. ¿Qué pensás?
—Históricamente siempre costó suplantar algunos puestos clave, pero creo que este año se pudieron reemplazar bien. No recuerdo un año en el que las lesiones y las convocatorias se suplantaran tan bien. Aparecieron jugadores nuevos y también algunos experimentados que por ahí estaban con la cabeza en otra cosa y cuando les tocó entrar se enchufaron a full.
—¿Por qué Plaza dejó de ser ese bastión que supo ser? Ahora se le animan más.
—Sí, es cierto. Yo me acuerdo que en 2009 perdimos un sólo partido acá en el año: fue el último, ante La Plata y nos quedamos afuera de la semifinal. Este año, no. Ya arrancamos mal, creo que en la clasificación ganamos un partido o dos de local y después fueron casi todas victorias de visitantes. Para mí pasa por una relajación o por una falta de concentración y volvemos a lo mismo. Dejamos de ser lo que fuimos en los últimos años pero tenemos que volver a ser ese ese equipo díficil, complicado, que era cuando jugaba de local. La Plaza Jewell tiene que volver a ser un bastión... A ningún equipo le tiene que gustar venir a jugar acá.