Cuando Paolo Montero agarró el equipo a inicios de 2017, Central venía ya mal en el campeonato local. El club todo había apostado al título en la Copa Argentina y se había descuidado la disputa interna, al punto que Coudet, tras la derrota en la final con River, cerró su ciclo. También en el primer semestre del año pasado en un momento se optó por la Copa Libertadores y el torneo doméstico quedó relegado. En el transcurso de la 9ª fecha de ese campeonato semestral 2016 hasta la 13ª del anual 16/17, el equipo de Arroyito bajó el mando del Chacho vivió dos rachas malas: una de 10 partidos y la final de 8 sin victorias. Ahora le tocó el turno al uruguayo afrontar otra seguidilla de ese tipo, demasiado reiterativa como para al menos tomarlo con precaución. Hace 10 jornadas que su equipo no disfruta un triunfo y es la hora de cortarla. Enfrente, un Argentinos Juniors recién ascendido aparece como una opción al menos para aprovechar, aunque en el fútbol argentino la paridad es demasiada como para descorchar de antemano.






























