Gabriel Heinze jugará mañana su último clásico con la camiseta de Newell’s, luego de haber anunciado recientemente su retiro del club del Parque cuando llegue junio. Ayer el Gringo se sentó frente a los periodistas en la sala de prensa de Bella Vista y literalmente dio una cátedra de cómo la sociedad debería entender el derby rosarino. Porque valoró toda la pasión que genera en los hinchas, reconoció las ganas inconmensurables de ganarlo de parte de los protagonistas, lo ubicó como uno de los encuentros más importantes que se pueden jugar, pero a la vez le bajó muchísimo los decibeles en cuanto a que sus consecuencias excedan los límites de un mero partido de fútbol. Quiere que sea un espectáculo y que ningún hecho de violencia empañe la fiesta de la ciudad. Claro que vencer tendrá en lo personal un sabor muy especial. “Trataremos de darle un triunfo a la gente como lo hacemos siempre. Les voy a pedir a mis compañeros que me regalen una victoria. Yo no me puedo regalar nada, ni puedo pedir más, con todo lo que me dio el fútbol y con lo malo que soy (risas). Tampoco le puedo pedir al de allá arriba que me dé un clásico. Además yo no tengo más revancha, es el domingo o chau. Quedará el Gabriel Heinze que no ganó ningún clásico o el Gringo que ganó uno. Esa será la estadística para la historia. Soy el primero que quiere el triunfo”, afirmó el experimentado zaguero ayer al mediodía.
—¿Cómo estás desde lo físico, ya que varios de tus compañeros vienen con molestias por el trajín?
—Hace diez o quince años que no estoy al ciento por ciento desde lo físico (risas). Llego de la mejor manera posible, pero acá lo importante es que llegue todo el conjunto al ciento por ciento. Newell’s planteará el mismo partido de siempre. No vamos a cambiar. También sé que estos partidos son mucho más trabados, friccionados y se puede ver poco juego. Creo que sí habrá opciones de gol. Puede pasar cualquier cosa. Igual, Newell’s saldrá a buscarlo y no sé el planteamiento que hará Central.
—¿Qué te genera jugar tu último clásico rosarino, ya que anunciaste tu retiro para mitad de año?
—Es especial porque en primera no lo gané (perdió dos). Pero tengo que pensar que es un partido de fútbol y no hay que volverse loco. No es decisivo. Decisivo es el jueves por la Copa ante Atlético Nacional de Medellín. Es un encuentro que hay que ganar por todo lo que implica, como también hicimos todo para ganar el anterior y no se pudo. Es un partido de fútbol y lo que más me interesa es que no pase nada con el tema de la violencia, que vaya todo bien. Uno anhela que no ocurra absolutamente nada después y que sea un espectáculo.
—Por haber perdido el anterior en condición de visitante, ¿sienten más urgencia de ganar como local?
—Si hubiésemos ganado el anterior querríamos ganar este también. En el clásico siempre tenés urgencia de ganar por todo lo que implica y más cuando jugás de local. Tenés un plus porque jugás con tu gente. Considero que Newell’s está haciendo un camino muy lindo, de admiración, de cosas buenas y no puedo poner en juego un proceso de dos años por uno, dos o tres partidos. Lo puede hacer el periodismo por la magnitud del clásico y por lo que vende en la gente. Pero yo no. No voy a dejar que juzguen un trabajo de dos temporadas, por tres o cuatro partidos, por dos o diez clásicos. Yo no. Pero claro que influye una victoria o una derrota. Y quién no lo quiere ganar. Yo soy el primero que quiere el triunfo, pero al anterior lo perdí y ojalá que a este lo pueda sacar adelante. Igual no voy a dejar que ensucien un camino de dos años por un partido.
—Para los hinchas es como si fuera el único partido que quieren ganar sí o sí, más allá de haber obtenido un título y jugar copas internacionales.
—Es el sentimiento de la gente y es respetable, como creo que también es respetable mi opinión. Sabemos que la gente quiere ganar este partido porque es Central y vamos a hacer todo lo posible para lograrlo. Queremos darle el triunfo a la gente. Como luchamos el clásico pasado, lucharemos el domingo.
—¿Estos encuentros te siguen generando la misma ansiedad que en los inicios de tu carrera?
—Ahora más que antes. Cada vez peor. Desde que volví a Newell’s siento mucho más la adrenalina antes de los partidos. En la previa la paso muy mal. Si algo podría sacar del fútbol es no estar una hora antes en el vestuario, iría directamente a jugar. Me tensiono mucho. Después en la cancha me aflojo.