Jugó el penúltimo partido con la camiseta de Newell's y el martes se despedirá en el Coloso, ante su gente, para partir a México y continuar con su carrera. Mauro Formica transita sus últimas horas en el Parque y los sentimientos internos lo sacuden. Es la segunda vez que se va de la que considera su casa sin saber qué pasara en el futuro.
"¿Regresarás o será hasta siempre?" La pregunta se impone, pero al Gato lo desestabiliza. La voz se le entrecorta en el sector de prensa del Mario Alberto Kempes, donde sus compañeros pasan a su lado con la mirada en el piso. Fue el único, además de Vojvoda, que habló en la zona de vestuarios.
Formica no pone en acción esa gambeta endiablada que utiliza en la cancha para humillar a sus marcadores. Le cuesta hacerlo, piensa una y otra vez antes de entregar una respuesta que será contundente. "En mi mente no tenía ganas de irme. Acá soy muy feliz, pero es la segunda vez que le dejo dinero al club y quiero terminar de la mejor manera".
Es la frase del final de la charla. Ni bien terminó de lanzarla, con los ojos casi llorosos, saludó y salió despedido hacia el colectivo que trasladó a la delegación rojinegra.
Con estas palabras mostró sus sentimientos y un deseo de permanecer que no se concretará, porque a partir del próximo semestre mostrará sus gambetas nuevamente en el fútbol mexicano, en esta ocasión con la camiseta de Pumas.
Antes de estas palabras, el Gato se había metido de lleno en el análisis de lo que dejó la caída con el pirata. Primero sostuvo que "la expulsión del Chino Moiraghi fue en una jugada rápida donde creo que Silvio (Trucco) se apuró en sacarle la amarilla. Después de eso logramos el control de la pelota y los tuvimos en un arco, con varios tiros de esquina y jugadas de pelota parada. En el último minuto se quedan con la victoria, por eso nos fuimos con bronca por no haber conseguido los tres puntos que necesitábamos. Así es el fútbol y no se trata de merecimientos".
El Gato fue reemplazado a pocos minutos del final y el motivo podría ser el cansancio, aunque él mismo se encargó de contar que "Juan decidió que debía salir y hay que aceptar las decisiones. Me sentía bien, pero quiso poner un delantero más. Hay que aceptar las decisiones".
El conjunto rojinegro estuvo en los primeros lugares durante gran parte del campeonato y en la recta final se quedó sin nafta. con pocos puntos recolectados en el final. "Es cierto. El balance es positivo. Pasamos por situaciones que no queríamos y hasta el día de hoy hay chances de ingresar a la Copa Libertadores. Atravesamos un bache y hoy por hoy tratamos de salir adelante para terminar lo mejor posible el torneo. Hay que jugar el martes un partido muy complicado y tenemos que despedirnos de nuestra gente de la mejor manera".
Quizás la falta de cierto recambio en estos pasos finales también incidió, algo que Osella había avizorado a comienzos de año y sentenciado que "el plantel era corto". Las lesiones y suspensiones obligaron a cierto recambio. El Gato aceptó que "el club al no estar muy bien desde lo económico no pudo traer muchos jugadores y acá hay chicos que piden pista y lo están haciendo muy bien. Hay que tratar de terminar el torneo de la mejor manera. Y lo más alto posible".
Se viene el último partido, en el Coloso, para la despedida del equipo, pero sobre todo la suya. "Aún no pienso en eso, quiero terminar de la mejor manera", deslizó sin hacer hincapié en lo que vendrá el martes próximo.
Newell's está cerca de quedarse afuera de la Libertadores, aunque tiene asegurado un lugar en la Sudamericana. "Lo primordial era la Libertadores, está complicado pero hay chances. Igualmente, jugar la Sudamericana es importante también. Obtuvimos muchos puntos", finalizó.