El River de Gallardo estuvo más cerca, propuso más en busca de la victoria pero chocó siempre con un Boca que planteó un esquema defensivo para ir programando la táctica para el choque de ida de las semifinales de la Copa Libertadores, ya que también será visitante. Y como a los dirigidos por Alfaro el punto, el no perder, les caía mejor se fueron tranquilos del Monumental con el 0 a 0, pese a que no lograron seguir a la par de San Lorenzo en el liderazgo de una Superliga que recién va por el quinto capítulo.
La intención de la visita fue clara desde el comienzo, con un esquema más conservador que de costumbre, lo que su técnico sabe bien cómo organizar y sus jugadores le respondieron. Al punto que dejó en el banco a Tevez y les dio tareas más defensivas al aguerrido mediocampo.
Ante esto y por la lógica premisa millonaria de salir a ganar en su cancha se dio el juego desde el arranque.
Gallardo buscó abrir la cancha con De La Cruz, el mejor de su equipo, Casco y Nacho Fernández pero se encontró con los espacios ocupados.
Boca se movió al ritmo del italiano De Rossi en la mitad del campo de juego y con su gran experiencia supervisó que las líneas estuvieran ordenadas.
Entonces, cada vez que River intentó romper la defensa durante el primer tiempo solo inquietó con pases filtrados que no llegaron a destino porque los centrales de Boca, generalmente, se impusieron ante Pratto y Borré.
En la segunda mitad se pronunció el dominio millonario, cuando Palacios en el inicio inquietó con un remate que pasó cerca del segundo palo del arco defendido por Andrada, el ahora dueño del récord de 869' sin ser vencido (ver página 13).
Entusiasmado, River acorraló a su rival y estuvo cerca de desequilibrar con un disparo alto y un cabezazo de Martínez Quarta, a la vez que de a poco empezó a tener protagonismo el arquero xeneize al controlar un par de llegadas de Nacho Fernández y Borré.
Las respuestas ofensivas de Boca fueron escasas, apenas un intento de Mac Allister y un tiro libre cerrado desde un costado que disparó Tevez, quien ingresó recién a los 75'.
Los minutos finales tuvieron a Boca más lejos de su área, tal vez por el cansancio de River, que el jueves pasado obtuvo la clasificación a las semifinales de la Copa Libertadores tras jugar ante Cerro Porteño, en Paraguay.
Y en los minutos extras tampoco pasó demasiado. Los hinchas millonarios, tranquilos porque la visita no presionaba, siguieron con sus cantitos recordando la final histórica de la Libertadores que le ganaron en Madrid, que sólo cambiaron para protestar sanciones del árbitro Rapallini, que cumplió pero debió expulsar al venezolano Hurtado y a Enzo Pérez.
El 0 a 0 no se rompió y todo quedó reservado para gozar en los superclásicos que se vienen en un mes por la Copa Libertadores.